¿Cuál es el origen del término “tomar once” en Chile?
Se trata de una expresión muy cotidiana y popular desde hace décadas.

Bien se sabe que Chile es reconocido por su forma de hablar, por tener un particular vocabulario cargado de modismos, dichos y expresiones únicas.
A lo largo de nuestra historia hemos empleado diferentes palabras con significados muy llamativos, haciendo de nuestro vocablo un punto distintivo.
En medio de este nutrido léxico chileno encontramos la popular frase ‘voy a tomar once’, la cual hace alusión a la merienda durante algún momento de la tarde.


Es sinónimo de reunirse en familia, con amigos o simplemente en solitario para consumir alimentos, generalmente acompañada de té o café.
Si bien la expresión es muy variada en cuanto a su implementación, muchos coinciden es que se refiere específicamente a una actividad a realizar antes de las siete de la tarde.
Sin embargo, existen muchas interrogantes sobre el origen de esta frase ya tan arraigada a la cultura popular, sin importar la diferencia generacional.
Explicación histórica
La teoría más aceptada entre historiadores señala que el término se originó hace ya bastantes años, específicamente en la época colonial.
Durante ese periodo era común que las familias se reunieran entre las cinco y las siete de la tarde para beber aguardiente.
Por discreción, comenzaron a referirse a esta práctica como ‘tomar once’, aludiendo a las once letras que componen la palabra ‘aguardiente’.
Con el paso del tiempo, la frase dejó de asociarse con el consumo de alcohol y pasó a definir un momento especial para disfrutar de alimentos, ya sean dulces o salados.
Hoy en día, algunas familias optan por reemplazar la tradicional ‘hora de once’ con una cena temprana cerca de las siete u ocho de la tarde.
Sin embargo, la esencia de esta costumbre se mantiene intacta: tener un espacio importante para la merienda, idealmente pudiendo compartir con los seres queridos.