Reseña. “Mufasa: El rey león”: Disney cumple con las expectativas y nos regala una historia cargada de emociones
Barry Jenkins está al frente de esta precuela que también sirve como secuela de la historia original.
El próximo jueves 19 de diciembre será el tan anhelado estreno de Mufasa: El rey león, una de las películas más esperadas del año que llega a expandir un verdadero clásico de Disney.
En ADN ya pudimos ver la cinta y comprobar que logra estar a la altura de lo esperado, incluso superando las expectativas que muchos tenían. Esto, considerando que se amplía la historia original en un renovado formato hiperrealista, siguiendo la línea de El rey león (2019).
Y es que, en términos generales, se trata de un filme entretenido, que tiene buen ritmo y recurre a varios recursos interesantes para su narración, manteniendo al público pendiente en cada momento.
Si bien esto puede resultar básico, al hablar de una precuela resulta fundamental, ya que se corre el riesgo de que el espectador pierda interés por el tema central debido a que conoce y puede anticipar el destino de los personajes y el desenlace de los eventos.
De todas formas, la manera en la que se desarrolla la película resulta llamativa para grandes y chicos, con un mensaje detrás y temas para reflexionar, con un drama potente. Y si bien aún está distante de ser una obra maestra de principio a fin o una pieza perfecta, sin lugar a dudas tiene un gran nivel y está a la altura de lo esperado.
Los personajes, tanto principales como secundarios, no tiene mayores carencias y son desarrollados de forma correcta, sin necesidad de tener una profundidad ni complejidad mayor. Esto, debido al tono de la película y cumpliendo con lo preciso para exponer las ideas principales.
Otro punto a considerar es que, al tratarse de un musical, probablemente muchos mantienen una predisposición un tanto negativa (entendiendo que es un título de Disney). Pero lo cierto es que no fue un recurso del cual se abusó ni se notó forzado, siendo bien utilizado en la narrativa. Cada canción encaja con su momento particular, sumándole sentido a cada escena, siendo un complemento acertado.
Bajo la misma línea, se debe destacar el apartado visual, con imágenes hiperrealistas de alta calidad que se pueden apreciar al máximo con la creación de los animales por Imagen Generada por Computadora (CGI), complementadas por magníficos escenarios e imponentes paisajes. De todas formas, hay que tener cierto nivel de resguardo al hablar del proyecto como un live-action.
Una historia emotiva
Mufasa: El rey león es un filme que sirve como precuela y secuela a la vez, ya que nos ubicamos después de los eventos de El rey león (2019) pero dentro de ese mundo, es Rafiki quien le cuenta la historia de Mufasa a Kiara, la hija de Simba y Nala.
En definitiva, lo principal son las aventuras y el acenso de Mufasa hacia su reinado, imágenes que vamos viendo por la narración del sabio mandril. Asimismo, cada tanto se ‘interrumpe’ para intervenciones de Kiara y los infaltables Timón y Pumba, que le suman una cuota de humor.
Aquella gran e interesante historia sobre Mufasa nos lleva a pasear por un sinfín de emociones, enseñándonos lo importante que resultan ser los lazos de hermandad incluso cuando no se trata de un hermano sanguíneo.
Bajo esa línea nos hacen transitar por una entretenida aventura protagonizada por Mufasa y Taka, quienes emprenden un viaje en búsqueda de una tierra que muchos piensan que no existen, que no son más que un cuento para cachorros.
En ese camino enfrentan a unos leones forasteros que los obligan a mantenerse alertas, ocultos y a paso acelerado. Fueron precisamente esos hostiles felinos los que los empujaron al viaje lleno de peligros.
Pero en su andar conocieron a amigos como el propio Rafiki o la leona Sarabi. Y aunque parecía un grupo fuerte y unido, las cosas se complicaron porque Taka se dejó llevar por las emociones negativas.
Con esto, se abre espacio para que, además de la historia de Mufasa, conozcamos el nacimiento de un villano, una arista clave para los hechos ya conocidos de El rey león.
Y es que en dos horas de duración, pasamos por la nostalgia, emotividad, decepciones y muchas otras sensaciones que nos hacen vivir los hermanos leones que no terminaron de la mejor manera. Aunque con uno de ellos convirtiéndose en el rey.
