Otakus en Chile: experta UC detalla los animes que marcaron el nacimiento de esta tribu urbana en el país
En conversación con País ADN, Camila Gutiérrez, académica de College y de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, analizó el impacto que han tenido estas animaciones japonesas en el país.
Camila Gutiérrez, académica UC, conversa con País ADN
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El fenómeno otaku en Chile tiene sus raíces en la televisión abierta de los años 90, cuando series como Dragon Ball, Los Caballeros del Zodiaco y Sailor Moon capturaron a miles de jóvenes y marcaron una generación que comenzó a identificarse con la cultura japonesa.
Así lo afirmó este lunes Camila Gutiérrez, académica de College y de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, quien analizó el impacto del anime en el país y su relación con las clases populares en conversación con País ADN.
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“La cultura otaku es bastante transversal, aunque pega más en las clases populares producto de que en Chile se transmitió mucha animación en la televisión abierta a diario, se creó una rutina en las clases populares: los niños que salían del colegio muy tarde por la jornada completa veían sus serie en la tarde mientras hacía la tarea”, expuso la especialista.
Agencias Uno / Matias Delacroix
Los animes en Chile
Gutiérrez explicó que el auge del anime en Chile fue posible gracias a doblajes accesibles que llegaban desde México. “En Estados Unidos, la animación japonesa no tuvo tanto éxito al principio porque competía con su propia cultura popular. Pero en Latinoamérica, con un mercado menos saturado, el anime encontró un público que lo recibió con entusiasmo”, afirmó.
Además, subrayó la diversidad de géneros dentro del anime. “Muchos conocemos los shônen, como Dragon Ball o Los Caballeros del Zodiaco, que están dirigidos a adolescentes. Pero también existían series con temáticas más adultas, como Ranma ½, que abordaba temas de identidad de género de forma cómica y natural”.
En Los Caballeros del Zodiaco, por ejemplo, el protagonista Seya inicia peleando en un torneo local y termina enfrentando a dioses, un esquema que, según la experta, es clave en el género shônen. Supercampeones, por su parte, marcó un hito al combinar deporte y animación dinámica, capturando a los fanáticos del fútbol en el país.
Por otro lado, Sailor Moon impactó al presentar un enfoque diferente, orientado al género shôjo, dirigido a un público femenino. La serie mezcló temáticas de acción y empoderamiento femenino, siendo una de las primeras en mostrar protagonistas mujeres fuertes y decididas.
“El anime tiene una diversidad de subgéneros que lo hace atractivo para distintos públicos. Desde el shônen de peleas hasta las narrativas más emocionales del shôjo, permitió que muchos jóvenes encontraran personajes con los que se podían identificar”, explicó.
