“Pone vidas en peligro”: FIFA enfrenta duras críticas por otorgar el Mundial 2034 a Arabia Saudita
Una veintena de organizaciones de derechos humanos cuestionaron la elección del país de Medio Oriente como sede de la Copa del Mundo de 2034.
La decisión de la FIFA de otorgar la sede del Mundial 2034 a Arabia Saudita ha generado una ola de críticas a nivel internacional. Una serie de organizaciones se manifestaron este miércoles para cuestionar la decisión del ente rector del fútbol mundial.
Las entidades, lideradas por Amnistía Internacional, Human Right Watch, Sport and Rights Alliance, Football Supporters Europe (FSE) y la Confederación Sindical Internacional (ITUC), entre otras, criticaron la elección del país de Medio Oriente como organizador de la Copa del Mundo.
De acuerdo a estas organizaciones, esta determinación “pone vidas en peligro y revela la vacuidad de los compromisos de la FIFA en materia de derechos humanos”.
En concreto, y tras analizar la situación al interior del país asiático, las instituciones alertaron que esta designación genera un peligro “para los residentes, los trabajadores migrantes y los aficionados visitantes”.
Las críticas se centran en el historial de violaciones a los derechos humanos en Arabia Saudita, que incluye la represión contra la mujer, la criminalización de la homosexualidad, la falta de libertad de expresión, el uso de la pena de muerte y la encarcelación de activistas, entre muchos otros motivos como el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la embajada saudí de Estambul en 2018.
“Hoy, las pruebas no faltan: trabajadores migrantes explotados y víctimas de racismo, militantes condenados a decenas de años de prisión por haberse manifestado pacíficamente, mujeres y personas LGBTQIA+ confrontadas a una discriminación legalizada, o también habitantes expulsados por fuerza para hacer sitio a proyectos de Estado”, indicaron.
Así mismo, advirtieron que “es evidente que sin una acción urgente y reformas globales, la Copa del Mundo de 2034 quedará oscurecida por la represión, la discriminación y la explotación a gran escala”.
“La FIFA ha demostrado que su compromiso con los derechos humanos es un engaño. Ha seguido fallando a la hora de compensar a los obreros que fueron explotados en Qatar (2022) y esto demuestra que no se ha aprendido la lección. La FIFA debe cambiar y asegurarse de que la Copa del Mundo esté acompañada de grandes reformas en Arabia Saudí, o se arriesgará a una década de explotación, discriminación y represión ligada a su torneo más importante”, dijo Steve Cockburn, jefe de los derechos por los trabajadores de Amnistía Internacional.