Esta es la peligrosa práctica sexual que está de moda entre la Generación Z y que causa la muerte: “Solía ser rara”

Si bien en una relación de pareja es posible experimentar muchas prácticas sexuales que pueden fortalecer el vínculo, hay una en particular que sería recomendable evitar, a pesar de su popularidad entre la Generación Z, también conocida como los centennials.

“Las últimas investigaciones muestran que la asfixia sexual, también conocida como asfixia erótica, está aumentando entre adolescentes y adultos jóvenes”, fue lo que explicó recientemente The New York Post.

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Apuntando a un fenómeno mayormente evidenciado en el hemisferio norte, el principal problema es que la actividad podría ser mortal, sobre todo ante la falta de experiencia.

“No existe una forma de practicar asfixia sin riesgo alguno”, fue parte de la advertencia que lanzó la doctora Debby Herbenick, profesora de salud pública de la Universidad de Indiana. “Aunque las muertes por sofocación son poco frecuentes, ocurren”, profundizó.

A grosso modo, todo consiste en aplicar la suficiente presión externa en el cuello como para obstaculizar el paso de la respiración y el flujo sanguíneo. Para los adeptos, significaría una mayor excitación e incluso orgasmos más intensos.

“La asfixia sexual es peligrosa física, mental y emocionalmente”, complementa el portal médico WebMD, desde donde también señalan que las personas suelen usar sus manos, envoltorios o bolsas de plástico e incluso dispositivos especializados en BDSM, término empleado para abarcar un grupo de prácticas eróticas ligadas a la sumisión y el sadismo, entre otras.

Complementado lo anterior, y según datos citado por el NY Post, solo en Estados Unidos, se estimó que entre 250 y 1.000 personas mueren anualmente tras intentar asfixiarse durante la masturbación, momento conocido como asfixia autoerótica.

“La asfixia sexual solía ser extremadamente rara y ahora muchos adultos jóvenes la han practicado (...) en cambio, muy pocos adultos mayores de 50 años lo han hecho durante el sexo”, precisó Herbenick.

En tanto, la lista de riesgos se compone por algunos como:

• Vasos sanguíneos rotos en la cara.
• Voz ronca.
• Dificultad para tragar.
• Mareos.
• Pérdida de conciencia
• Pérdida del control de la vejiga.
• Problemas de memoria.
• Desgarros en la arterias, que podrían provocar accidentes cerebrovasculares posteriormente.
• Problemas de salud mental como depresión o trastornos del estado de ánimo (en casos que se practique frecuentemente).
• Muerte.