¿Tomar jugo de zanahoria en verano realmente sirve para estar bronceado? Esto dice la ciencia
Descubre si es efectivo y lo que dice sobre este curioso truco.
Con la llegada del verano en Chile, muchos recurren a métodos naturales para mejorar su bronceado, y uno de los más populares es el consumo de jugo de zanahoria. La idea de que este jugo puede acelerar el bronceado es común, pero ¿es esto realmente cierto?
¿Por qué la zanahoria se asocia al bronceado?
La zanahoria es una excelente fuente de betacarotenos, un tipo de antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A. Este nutriente es conocido por sus propiedades que pueden dar un tono dorado a la piel.
En teoría, consumir jugo de zanahoria podría hacer que tu piel se vea más dorada, ya que los betacarotenos se acumulan en las células de la piel, dándole un tono más cálido. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con un bronceado real.
Jugo de zanahoria para broncearse: ¿mito o realidad?
Aunque el consumo de zanahorias y su jugo puede ayudar a darle un tono más cálido a la piel, no acelera el proceso de bronceado ni tiene el mismo efecto que una exposición solar adecuada.
Y si bien se ha encontrado que los alimentos ricos en betacarotenos pueden ofrecer una ligera protección contra los efectos del sol al reducir los daños celulares causados por la radiación ultravioleta, esta protección es mínima y no reemplaza el uso de protector solar.
¿Cómo influye el betacaroteno en la piel?
El betacaroteno puede influir en la piel de dos maneras. Primero, al ser un antioxidante, ayuda a neutralizar los radicales libres generados por la exposición al sol, lo que puede retrasar el envejecimiento prematuro de la piel.
Segundo, al acumularse en las células de la epidermis, puede darle a la piel un tono ligeramente anaranjado o dorado, pero este efecto no es comparable con un bronceado obtenido por la exposición solar.
A pesar de los beneficios del betacaroteno para la piel, es fundamental entender que ningún alimento o bebida puede sustituir la protección solar. Exponerse al sol sin protección aumenta el riesgo de quemaduras solares, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.