Este es el único oso que habita Sudamérica: se le considera mediados entre el mundo de los vivos y los muertos
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El oso andino (Tremarctos ornatus) es el único oso de Sudamérica y se encuentra de forma endémica en los Andes tropicales, desde Venezuela hasta el sur de Bolivia. Es un animal omnívoro que habita tanto en los árboles como en el suelo, adaptándose a su entorno montañoso y selvático.
El oso andino en la cultura andina y amazónica
En las culturas indígenas de Sudamérica, el oso andino tiene un gran significado espiritual. En Quechua, es conocido como “ukuku” y en las comunidades amazónicas, particularmente entre los Matsiguenga, se le considera el creador de la vida, el “Maeni”.
Además, este animal tiene un rol fundamental como mediador entre el mundo de los vivos y los muertos. Las tradiciones y mitos que rodean al oso andino lo vinculan estrechamente con la espiritualidad de los pueblos andinos, quienes lo veneran por su conexión con el mundo invisible.
Sin embargo, este animal enfrenta serias amenazas, como la deforestación, la fragmentación de su hábitat y la caza furtiva. La expansión humana y la caza ilegal han reducido considerablemente su territorio, y la falta de recursos dificulta la protección efectiva de la especie.
Desde 1977, diversas organizaciones han trabajado en su conservación, como la Alianza para el Oso Andino (Andean Bear Alliance). A través de talleres y asistencia técnica, se busca fortalecer las instituciones encargadas de su protección y fomentar el monitoreo constante de las poblaciones.
Pese a esto, la protección del oso andino sigue siendo un desafío. La falta de financiamiento adecuado y el carácter escurridizo del animal dificultan su estudio. A pesar de esto, los esfuerzos de conservación continúan con la esperanza de asegurar su supervivencia y preservar su rol cultural y ecológico.