“Enjambre S.A.”: el millonario monto que “empresa” de motochorros pagaba a delincuentes en Santiago
La organización criminal tenía un funcionamiento similar a una compañía, con sus respectivas gerencias, además de que garantizaba ciertas “condiciones laborales” a los antisociales que formaban parte de ella.
Tras tres años de investigación, la Policía de Investigaciones (PDI) logró desmantelar a la banda delictual conocida como “Enjambre”. Esta organización, que funcionaba con la estructura de una empresa, logró acumular ganancias ilícitas de al menos mil millones de pesos. Una banda que además destacaba por su nivel de organización, con roles definidos entre sus líderes.
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Según reveló Reportajes T13, dentro de su estructura, se identificaron figuras como el “gerente de operaciones”, encargado de diversos trámites; el “gerente de logística”, propietario de más de 20 motocicletas utilizadas para cometer los delitos; la “gerenta de recursos humanos”, responsable de entrevistar a los motochorros antes de incorporarlos al grupo, y la “gerenta de finanzas”, encargada de mover los dineros entre cuentas y empresas ficticias.
El comisario David Ramírez, de la Bicrim Providencia, explicó: “Tenían horarios de trabajo, partían cerca de las 10 u 11 de la mañana. Tenían un horario de colación, iban a almorzar. Por lo general iban todos juntos a un local asociado a la estructura. Luego continuaban laborando hasta cerca de las 6, 7 de la tarde, dependiendo de la luz natural”.
La banda llegó a contar con más de 100 motochorros que trabajaban en grupos organizados. Cada equipo operaba con hasta cuatro motocicletas escoltadas por autos o camionetas. Los robos de celulares eran su especialidad, y los dispositivos sustraídos eran entregados inmediatamente a los conductores de estos vehículos.
Los millonarios ingresos que ganaban los motochorros de “Enjambre S.A”
Los miembros de esta organización criminal podían ganar entre 500 mil y un millón de pesos semanales, es decir, entre 2 y 4 millones de pesos mensuales, un reflejo del volumen de delitos cometidos. Además, su capacidad logística les permitió mantener una flota de más de 20 motos utilizadas en sus operaciones.
Acerca de esta organización criminal, el comisario Ramírez concluyó: “Este no es un delito aislado, sino que es una estructura delictual que en definitiva creó una empresa del delito. Modelo de negocio que probablemente otros compatriotas, otros compañeros de delito, vayan a copiar”.