VIDEO. Parlamentarios maoríes realizan “haka” en Congreso de Nueva Zelanda como protesta contra proyecto considerado “amenaza” para sus derechos
A través de esta danza se busca manifestar el enfado y el temor de su etnia ante esta polémica iniciativa legislativa que busca cambiar las relaciones entre el Estado y este pueblo indígena.
Durante una sesión parlamentaria en Nueva Zelanda, una manifestación cultural maorí obligó a suspender temporalmente los procedimientos.
Legisladores de la comunidad indígena, encabezados por Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, expresaron su rechazo al proyecto de ley sobre los Principios del Tratado de Waitangi, considerado una amenaza para los derechos de los maoríes.
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Mientras se realizaba la primera lectura de la propuesta legislativa, Maipi-Clarke tomó protagonismo al romper su copia del documento y ejecutar una haka, una danza tradicional que simboliza tanto desafío como resistencia. Otros miembros del partido Te Pāti Māori, junto con asistentes en la tribuna, se unieron a la protesta.
El presidente de la cámara, Gerry Brownlee, calificó el acto de “irrespetuoso” y suspendió temporalmente la sesión. Como resultado, Hana-Rawhiti Maipi-Clarke fue apartada de sus funciones por la manifestación. Este hecho marca su segunda haka en el Parlamento desde que fue elegida el año pasado.
El trasfondo del Tratado de Waitangi
El Tratado de Waitangi, firmado en 1840 entre los jefes maoríes y la Corona británica, es el fundamento legal que garantiza los derechos indígenas en Nueva Zelanda. Sin embargo, el partido Act, integrante de la coalición conservadora en el gobierno, presentó un proyecto para reinterpretar estos principios.
Según este grupo político, las políticas basadas en origen étnico son divisivas y ellos abogan por la “igualdad de derechos para todos”. Críticos del proyecto advierten que podría erosionar décadas de avances en las relaciones raciales y reparar agravios históricos.
“No se pueden negar, de un plumazo, 184 años de debate y discusión con un proyecto de ley que, en mi opinión, es muy simplista”, afirmó, según consignó el medio local RNZ, el primer ministro Christopher Luxon, líder del Partido Nacional, que se ha distanciado del proyecto pese a estar en la coalición gobernante.
Impacto social y movilización nacional
El debate en torno al proyecto ha avivado tensiones raciales en Nueva Zelanda. Miles de personas marcharon hacia Wellington esta semana, manifestando su rechazo al intento de modificar los principios del tratado.
Los maoríes, quienes representan el 20 % de la población de 5,3 millones de habitantes, continúan enfrentando desigualdades sociales y económicas, con peores indicadores de salud y mayores tasas de encarcelamiento.
Aunque el proyecto pasó su primera votación, su avance es incierto.