Está presente en las playas de Chile: este es el alimento que podría ayudar a combatir el hambre mundial por su aporte nutricional

Sin lugar a dudas, uno de los temas que causan mayor preocupación tiene que ver con el hambre en el mundo. Sin ir más lejos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 2023 cerca de 733 millones de personas pasaron hambre en el mundo.

Esto último causa mayor preocupación, considerando que existen una serie de alimentos que se podrían extinguir en el mediano plazo, producto de los efectos del cambio climático.

Ante ello, es que un reciente estudio dio a conocer que un popular alimento presente en las playas chilenas, gracias a su aporte nutricional, posee un gran potencial para sustituir a otros productos animales tradicionales.

Está presente en las playas de Chile: este es el alimento que podría combatir el hambre mundial por su aporte nutricional

Se trata nada más y nada menos que del alga parda Durivallea, más conocido como cochayuyo en nuestro país.

En concreto, el estudio publicado en 2024 apunta a que esta alga “contiene aminoácidos esenciales, antioxidantes, bio-emulsionantes y metabolitos capaces de contribuir a la alimentación. También a la prevención de enfermedades y de trastornos metabólicos”.

De tal manera, es que investigadores apuntan a que dichas propiedades antes mencionadas lo posicionan como “una alternativa prometedora para el desarrollo de alimentos funcionales y nutracéuticos”, indica el estudio.

“Sus actividades anti-alfa-glucosidasa y anti-lipasa subrayan aún más sus potenciales beneficios para la salud, lo que la convierte en una excelente candidata para su uso en aplicaciones dietéticas que promueven la salud”, agrega el análisis.

Por último, los investigadores señalan que “de cara al futuro, la investigación futura podría explorar la escalabilidad de este proceso de bioconversión para la producción industrial e investigar los efectos a largo plazo en la salud de incorporar esta micoproteína en varios regímenes dietéticos. Además, otros estudios podrían examinar el potencial de que esta micoproteína sirva como una fuente de proteínas alternativas sostenibles en diversas aplicaciones culinarias”.