A lo largo de la historia del cine hemos conocido a un sinfín de actores y actricesque han dejado una huella, algunos por su innegable talento, otros por su apariencia física y una amplia cantidad de razones.
Asimismo, hay caso de quienes saltan a la fama a muy temprana edad o debutan siendo jóvenes y apuntando a ser una superestrella. Claramente, algunos lo consiguen y pueden forjar una carrera muy larga.
Sin embargo, hay un grupo no menor de quienes tuvieron una gran exposición y destacaron en importantes producciones a una corta edad, pero que no pudieron mantenerse en lo alto.
Uno de esos casos es James Franco, quien se catapultó a la fama por su papel de Harry Osbron en Spider-Man (2002), cuando tenía 24 años. Posteriormente, participó en títulos como Flyboys, Spring Breakers, Una loca entrevista, Comer, rezar, amar, entre otros.
Si bien era considerado de vez en cuando para algunos proyectos de buen nivel, tuvo una carrera muy irregular, marcada por el éxito y las controversias, afectando su imagen ante las productoras.
Hoy, a sus 46 años, ha demostrado ser uno de los artistas más versátiles de la industria, aunque las polémicas lo han puesto en el centro de atención, afectando su reputación y trayectoria.
Gran parte de los filmes en los que ha participado el intérprete corresponden al cine independiente. En este escenario, ha sido capaz de impulsar películas solamente por su participación.
Conductas inapropiadas
La carrera de Franco tomó un giro diferente al explorar como director, obteniendo todo tipo de resultados y pasando altos y bajos. Aunque algunas de sus obras fueron recibidas con frialdad, cabe destacar el éxito obtenido con The Disaster Artist en 2017.
La película fue un verdadero triunfo, ya que James, quien también fue el protagonista, ganó un Globo de Oro por su interpretación de Tommy Wiseau. Sin embargo, estando lo más arriba, llegó un golpe que lo hizo caer.
La noche de festejos se vio empañada por insinuaciones de la actriz Ally Sheedy, quien insinuó en redes sociales que Franco era responsable de conductas que la alejaron de la industria.
En 2018, cinco mujeres denunciaron a James Franco en The Los Angeles Times, afirmando que utilizó su posición como profesor en escuelas de actuación para explotarlas sexualmente y presionarlas a participar en escenas explícitas con la promesa de oportunidades profesionales.
El actor negó las acusaciones más graves, pero reconoció haber mantenido relaciones inapropiadas y admitió que no entendía las dinámicas de poder implicadas en ese momento. En 2021, llegó a un acuerdo de 2,2 millones de dólares con algunas de las demandantes y expresó su arrepentimiento, atribuyendo su comportamiento a una adicción al sexo no tratada.
James Franco en "Spider-Man"
Una imagen dañada
Independientemente de cómo se haya ‘solucionado’ el caso, desde aquel momento el nombre de Franco y su presencia generaba mucho ruido y tenía una proyección negativa.
Fue así como poco a poco tomó distancia de Hollywood, ya que no había mucho interés de contar con sus servicios. Asimismo, antiguos amigos y colaboradores se distanciaron de él.
El regreso de James a la industria no ha podido consagrarse de la mejor manera y ha realizado algunos trabajos a gotera, siendo las producciones independientes su refugio y lugar seguro, donde se desenvuelve como gran estrella.
Por ahora, continúa trabajando, pero su posición en Hollywood sigue siendo incierta. Ahora, se prepara para el estreno de Bunny Man, una película italiana de superhéroes con la que espera volver al mapa.
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