Ni Florida, ni Ohio: revelan los estados que decidirán las Elecciones en EE.UU 2024
El sistema electoral de Estados Unidos, que usa colegios electorales por Estado, provoca que algunos indecisos se vuelvan claves en las elecciones presidenciales de aquél país.
En el sistema electoral de Estados Unidos, ganar la mayoría de los votos populares no garantiza la presidencia. Este sistema único, basado en el Colegio Electoral, otorga mayor relevancia a los “estados bisagra” o “estados columpio”, donde los resultados pueden variar entre candidatos republicanos y demócratas en cada elección. Así, aunque en 2016 Hillary Clinton obtuvo casi 2,9 millones de votos más que Donald Trump, perdió la presidencia al no alcanzar los 270 votos electorales necesarios.
Los estados bisagra son aquellos sin una inclinación política consistente, a diferencia de los “estados rojos” (predominantemente republicanos) o “estados azules” (mayoría demócrata). Al no tener un patrón de votación fijo, estos estados son decisivos en cada elección, siendo el principal foco de atención de las campañas de ambos partidos. Para 2024, el mapa electoral ha cambiado: Florida y Ohio, antiguos estados clave, han mostrado un giro hacia el Partido Republicano.
Desde el mandato de Trump en 2016, Florida se ha vuelto más sólidamente republicano, y Ohio, que desde 1964 votaba consistentemente por el ganador, votó por Trump en 2020 aunque Joe Biden resultó electo.
Hoy, los estados clave para 2024 son Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, que juntos controlan 93 votos del Colegio Electoral. Estos estados han sido el epicentro de las campañas de los principales candidatos, que buscan persuadir a los votantes indecisos. Pensilvania, que cuenta con 19 votos electorales, se destaca como el estado con mayor influencia entre los bisagra, y es donde tanto Kamala Harris como Donald Trump han concentrado sus esfuerzos en los últimos días de campaña.
Así, el foco en estos estados refleja la importancia del Colegio Electoral en el sistema político estadounidense, donde cada voto en los estados bisagra puede marcar la diferencia en el resultado final.