Por qué las personas usan cada vez más los relojes inteligentes para detectar desde problemas cardíacos hasta Parkinson

Cada vez más personas están utilizando relojes inteligentes para monitorear su salud en tiempo real y detectar condiciones graves, desde problemas cardíacos hasta síntomas tempranos de Parkinson. Algunos dispositivos permiten obtener lecturas continuas de frecuencia cardíaca, niveles de oxígeno y patrones de sueño, ofreciendo una evaluación constante del estado físico de los usuarios.

Por qué las personas usan cada vez más los relojes inteligentes para detectar desde problemas cardíacos hasta Parkinson

El doctor Patrick Schoettker, jefe de anestesiología del Hospital Universitario CHUV de Suiza, en conversación con la BBC, explicó que está utilizando el Masimo W1 en ensayos con pacientes antes de cirugías para identificar problemas de salud que podrían derivar en complicaciones. Al obtener datos precisos semanas antes de los procedimientos, puede prever problemas.

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Además, otros modelos como el Apple Watch ya son utilizados para monitorear la salud cardíaca. Un reciente estudio comprobó que sus mediciones de electrocardiograma (ECG) identifican latidos irregulares, una señal de la fibrilación auricular, condición que puede provocar accidentes cerebrovasculares.

La capacidad de estos dispositivos para registrar patrones de movimiento también ha sido clave en la investigación del Parkinson. Según un estudio de la Universidad de Cardiff, el análisis de la marcha de los usuarios permitió identificar signos de la enfermedad hasta siete años antes del diagnóstico.

Los relojes inteligentes también se están probando para ayudar a pacientes con epilepsia, alertando sobre posibles convulsiones inminentes mediante la medición de cambios en la frecuencia cardíaca, sudoración y temperatura corporal. Aileen McGonigal, del Queensland Brain Institute, considera que esta tecnología podría transformar la calidad de vida de quienes sufren convulsiones inesperadas.

Falsos positivos

Sin embargo, algunos médicos advierten sobre el riesgo de falsos positivos y el aumento de la ansiedad en pacientes. Jeremy Smelt, cirujano torácico en el St George’s Hospital de Londres, sugiere que, aunque estos dispositivos pueden salvar vidas, también deben perfeccionarse para evitar que los usuarios acudan al médico sin necesidad.

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