Delfina Guzmán y su pasión por el Presidente Gabriel Boric: “Al pendejo este lo encuentro absolutamente exquisito”

En una reciente entrevista, María Delfina Guzmán Correa, la destacada e icónica actriz de 96 años, se sinceró sobre el paso de los años en su cuerpo y mente, sus expectativas con respecto a la muerte, y también, habló del cariño que siente por dos mandatarios de la historia de nuestro país: Salvador Allende y el actual presidente, Gabriel Boric.

Así, en conversación con La Cuarta, confesó que “si pudiera invitar a tres personajes de la Historia a un asado, uno sería Pepe Donoso... Se me van los nombres, esa cosa de la memoria es muy seria... A Salvador Allende, ¡que lo amé con pasión insana!”.

Y luego, agregó: “A Gabriel Boric, al pendejo este lo encuentro absolutamente exquisito. Cuando llegó a mi lado, me lo trajeron, le dije: ‘Párate y no te muevas’. Le di no sé cuántos besos. Me mata ese niñito, ¡me mata!”.

Delfina y el paso de los años

Más adelante, acerca de su vejez, la legendaria actriz se sinceró: “El tiempo es algo que me aflige de repente, que no me acuerde de las cosas, la pérdida de los hechos: no acordarme cuándo, en qué estado estaba yo cuando pensaba tal cosa. Un desacople con el tiempo. Es muy propio de la vejez y se habla muy poco de eso, de la relación que empiezas a tener con algo que se está siempre en movimiento, el tiempo”.

“De repente, se me ocurre que estoy viviendo en la época de Cristo, por ejemplo, se me hace tan real como lo que estamos viviendo. Me pasa mucho esa relación con el tiempo... No lo sabría explicar mejor... Siento que el tiempo es algo que está ocurriendo y que, de repente, a mí me deja a un lado...”, añadió.

Y sobre su presente, la galardonada intérprete señaló que “tengo ganas de seguir haciendo cosas. No pienso parar de hacer cosas. Todo lo que me proponga, y que esté en condiciones físicas de hacerlo, lo haré. Lo que no quiero es estar en la camita, con los ojitos abiertos, de repente cerrarlos y se acabó el asunto; no quiero que sea así, con todos los niños llorando, o peleándose por las cosas... ¡No, no!”.

Finalmente, Delfina Guzmán expresó: “Un sueño pendiente es que el día que me vaya para el otro mundo no me dé cuenta, que Diosito no sea pesado, y no empiece con la sensación de que te estás terminando. No quiero verme terminar, quiero terminar sin darme cuenta. Quiero morirme sin darme cuenta”.