Pequeño Cottolengo renueva su box dental para atender a más de 300 residentes con discapacidad severa
“Sus sonrisas son parte de la retribución que reciben nuestros equipos todos los días”, señaló su director ejecutivo, Cristian Glenz.
La ciudad inclusiva de Pequeño Cottolengo ha dado un nuevo paso hacia la atención integral de sus 300 residentes con discapacidad profunda y severa, tras la remodelación de su histórico box dental. Este proyecto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Alegría, cuyos aportes provenientes de un fondo concursable han permitido modernizar la infraestructura dental de la institución.
El director ejecutivo de Pequeño Cottolengo, Cristian Glenz, destacó la importancia de esta iniciativa para visibilizar las necesidades específicas de las personas en situación de discapacidad severa. “Sus sonrisas son parte de la retribución que reciben nuestros equipos todos los días”, señaló Glenz, subrayando el impacto emocional y físico que tiene la salud dental en la autoestima y calidad de vida de los residentes.
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La remodelación ha incorporado un sillón dental moderno, una máquina de rayos X intraoral con revelado digital, y adaptaciones estructurales que cumplen con las normativas de la autoridad sanitaria. “Este avance nos permite seguir mejorando la calidad de los cuidados que ya ofrecemos”, explicó Vivian Sabat, directora de Salud del Cottolengo, quien también señaló que este nuevo espacio facilitará el manejo odontológico de los residentes, especialmente aquellos con trastornos conductuales y dificultades para seguir instrucciones.
El desafío de mantener una buena salud bucal es constante para las personas con discapacidad intelectual severa. De acuerdo con la odontóloga Constanza Arratia, “dos tercios de esta población no reciben la atención bucodental que necesitan”, lo que eleva el riesgo de enfermedades orales. Es por eso que el box dental renovado no solo busca tratar, sino prevenir, trabajando en el registro dental a través de odontogramas y controlando la aparición de caries y pérdida de piezas dentales.
Por su parte, Rocío Espinoza, directora ejecutiva de la Fundación Alegría, destacó el compromiso con el proyecto. “Sabemos que hay muchas organizaciones trabajando en áreas de la salud infantil que están sub-atendidas, y queremos seguir contribuyendo a devolver la alegría a quienes la han perdido producto de alguna patología”, señaló, destacando el impacto positivo que espera tener esta nueva infraestructura en la comunidad de Cottolengo.