Gobierno de Brasil quiere elevar las sanciones para los delitos contra el medio ambiente
El ejecutivo que comanda Lula da Silva envió un proyecto de ley al congreso para sobre la destrucción de la naturaleza. La iniciativa busca duplicar las penas por incendios.
Una quema ilegal provoca un incendio forestal en el Amazonas en Brasil / MICHAEL DANTAS
Brasilia de Brasil
El gobierno de Brasil apunta a elevar los castigos para quienes cometen delitos medioambientales. El ejecutivo que comanda Lula da Silva envió un proyecto de ley al congreso para aumentar las sanciones en casos de destrucción de la naturaleza. El presidente del gigante sudamericano aseveró que “de ahora en adelante, no jugaremos con los delitos medioambientales, las personas tendrán que ser castigadas severamente”. La actual administración brasileña tiene como uno de sus focos la protección de la biodiversidad, en especial el cuidado del Amazonas.
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El foco de la iniciativa legal son los graves incendios forestales que se han registrado el último año, en especial en los territorios que comprenden el Amazonas. Las quemas ilegales y la deforestación ilegal, sumado a una grave sequía, vienen acelerando los siniestros en esa selva tropical. En buen parte de los casos se trata de fuegos intencionales y provocados, los que vienen destruyendo una vasta dimensión de hectáreas en el territorio brasileño.
El proyecto del gobierno de Lula da Silva fue remitido a la cámara y al senado que componen el congreso brasileño, quienes deberán ver el avance de la iniciativa. La propuesta del ejecutivo de Brasilia plantea un aumento de tres a seis años de prisión para quienes provoquen incendios en selvas o pastizales, además de elevar las multas por esos delitos. Se incluye mayor pena en el agravante de que el fuego se inicie en zonas protegidas y si ponen en riesgo la vida.
Otros agravantes son las llamas que dañen propiedades de otras personas o que se impacte la salud pública. La iniciativa también sube las penas para los casos de minería ilegal y en los delitos del tráfico de la fauna silvestre, la contaminación de recursos naturales o al provocar la muerte de fauna acuática, entre otros casos. El Congreso de Brasil lleva seis años sin alcanzar un acuerdo en esta materia, por lo que se espera un largo debate sobre este proyecto.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, durante un evento en la ciudad de Nueva York en Estados Unidos / Roy Rochlin