Más fuertes que la heroína y el fentanilo: alerta en Europa y América por masificación de nuevos “superopioides”

El alarmante avance de los nitazenos, un grupo de opioides sintéticos más potentes que la heroína y el fentanilo, encendió las alertas de las autoridades sanitarias a nivel mundial.

Estos “superopioides” han sido detectados en varios países de Europa y América del Norte, generando preocupación debido a su extrema potencia y el aumento de sobredosis fatales vinculadas a su consumo.

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Los nitazenos, desarrollados originalmente en la década de 1950 como analgésicos, nunca fueron aprobados para uso médico debido a su alto riesgo de adicción y letalidad. A pesar de esto, han reaparecido en el mercado ilícito y su consumo se ha extendido rápidamente en regiones como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Bélgica.

Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el consumo de estos opioides podría aumentar aún más debido a la escasez de heroína provocada por la prohibición del cultivo de amapola en Afganistán.

Además, los nitazenos, que pueden consumirse inyectados, inhalados o ingeridos, son más difíciles de detectar en análisis convencionales, lo que aumenta el riesgo de que sean mezclados con otras drogas sin que los consumidores lo sepan.

La peligrosidad de estos opioides radica en su potencia: algunos nitazenos son hasta 40 veces más fuertes que el fentanilo, que ya es 50 veces más potente que la heroína. Esta combinación explosiva ha llevado a las autoridades a emitir advertencias urgentes sobre el riesgo de sobredosis masivas y la necesidad de mejorar las técnicas de detección.