Cada vez se realiza más, pero puede acabar con tu vida: esta es la práctica sexual que pone en riesgo a las personas

Tanto las parejas amorosas, como las ocasionales o las amistades “especiales”, suelen realizar una serie de prácticas mientras tienen relaciones sexuales.

Unas más conocidas que otras, pero todas tienen el mismo objetivo: lograr tener mayor satisfacción o experimentar cosas nuevas.

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Sin embargo, ciertas posturas sexuales suelen significar un riesgo para las personas que las realizan. Sin ir más lejos, la posición de “la vaquera” es considerada como la más riesgosa para los hombres, ya que puede ocasionar una fractura de pene, según los expertos.

No obstante, existe otra práctica sexual que cada vez se está siendo más popular, pero que puede significar un peligro mortal para quienes la realizan. De hecho, investigadores llegaron a la conclusión que incluso podría poner en riesgo la vida de las personas que la practican.

Cada vez se realiza más pero puede acabar con tu vida: esta es la práctica sexual que pone en riesgo a las personas

Se trata nada más y nada menos que de la asfixia erótica. De acuerdo a un artículo publicado por la BBC, un estudio realizado en 2023 por la Universidad de Reykjavik, arrojó que el 44% de las personas encuestadas habían realizado en algún pasaje de sus vidas dicha práctica sexual.

En esa línea, la investigadora del comportamiento sexual en Estados Unidos, Debby Herbenick, detalló al citado medio que el aumento de la asfixia erótica es “muy preocupante” y que “con el porno online, el sexo se ha vuelto más violento entre jóvenes y adolescentes”.

Si bien la asfixia erótica es una práctica sexual que en pocas ocasiones puede provocar la muerte, sí puede causar graves consecuencias, sobre todo en el área cognitiva.

Entre las principales complicaciones por realizar dicha práctica sexual, están los dolores de cabeza, dolor de cuello o zumbido en los oídos.

Sin embargo, han existido casos en que la asfixia erótica ha provocado daños irreparables. Este fue el caso de una joven británica de 26 años, Georgia Brooke, quien murió asfixiada accidentalmente por su novio mientras mantenían relaciones sexuales.