Niño desaparecido en 1951 fue encontrado sano y salvo tras 70 años de búsqueda: esta fue la explicación
“Gracias por encontrarme”, dijo al volver a ver a su familia.
Aunque podría parecer una historia sacada de la ficción, es real. Tras más de siete décadas de búsqueda, un hombre apareció nuevamente después de que se le perdiera la pista cuando tenía solo seis años de edad.
Se trata de Luis Armando Albino, quien desapareció en 1951 mientras jugaba en un parque infantil en California, Estados Unidos.
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Según precisaron diversos medios locales, el mismo fue encontrado por una sobrina, con la ayuda de la policía, el FBI, el Departamento de Justicia y gracias a una serie de indagatorias como pruebas de ADN, fotografías antiguas y recortes de diarios.
Resultó que Albino estaba sano y salvo; era un bombero retirado, veterano de la Infantería de Marina en la Guerra de Vietnam, y además había sido padre y abuelo.
En ese contexto, el mismo se pudo reunir con su familia en junio de este año. Pese a que su madre, quien nunca perdió la esperanza de encontrarlo, murió en el 2005.
¿Y qué pasó en el año 1951?
Según se explicó, Luis Armando Albino fue secuestrado por una mujer con un pañuelo en la cabeza en Oakland el 21 de febrero de 1951.
Así, mientras el pequeño jugaba con su hermano mayor, la desconocida le habría prometido que le compraría dulces.
A partir de entonces, la mujer lo llevó en avión a la Costa Este del país, donde fue criado por su pareja tras una separación, como si fuera su propio hijo.
Según artículos de la época, el despliegue de búsqueda fue masivo e incluyó a efectivos policiales, soldados de la base militar local, la Guardia Costera y otros empleados de la misma ciudad. En tanto, su hermano mantuvo la versión protagonizada por la mujer.
Luis Armando Albino (derecha) con su hermano mayor Roger (izquierda).
Ahora bien, la historia resurgió con mayor fuerza en el núcleo íntimo de Albino en 2020 cuando su sobrina Alida Alequin, de 63 años, se hizo una prueba de ADN en línea. Ahí los resultados arrojaron un 22% de coincidencia con un hombre que finalmente resultó ser el niño.
“En mi corazón sabía que era él, y cuando recibí la confirmación, dije un gran ‘¡SÍ!’”, explicó la familiar. “Me abrazó y me dijo: ‘Gracias por encontrarme’ y me dio un beso en la mejilla”, detalló tras un proceso que involucró la reapertura de un caso de desaparición que se creía olvidado.