Viruela del mono: cómo se transmite, cuáles son los síntomas y la cantidad de casos reportados en Chile

Durante la semana pasada se confirmó el primer caso de la viruela del mono (Mpox) en Chile, precisamente en la región de Tarapacá, en el norte de nuestro país.

La noticia fue confirmada por el Ministerio de Salud, y el seremi de Salud de la zona, David Valle, quien sostuvo que “el paciente ya pasó la etapa de aislamiento de la enfermedad y, por lo tanto, ahora netamente está hospitalizado para ver ciertas situaciones de salud complejas que arrastraba antes de ser contagiado por mpox”.

Producto del avance de la enfermedad en distintos rincones del mundo, es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó Emergencia Sanitaria Mundial. En tanto, Chile declaró Alerta Sanitaria producto de la viruela del mono.

¿Cómo se transmite la viruela del mono?

La viruela del mono corresponde a una enfermedad provocada por un virus que, originalmente, se presentó en simios y otros animales. Luego, se transmitió a humanos y produce síntomas similares a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado.

Según especifica el ChileAtiende, la viruela del mono se transmite a través del contacto mínimo con una persona contagiada. A continuación el detalle:

• Piel con piel.
• Contacto directo con lesiones, costras o fluidos corporales.
• Sexo oral, anal y vaginal o tocar los genitales.
• Abrazos, masajes y besos.
• Compartir objetos, ropa de cama, toallas, telas y artículos personales.
• Contacto cara a cara prolongado.
• Contacto con secreciones respiratorias.

Un punto a tener en cuenta, es que las personas contagiadas con Mpox pueden transmitir la enfermedad desde que comienzan con síntomas hasta cuando la erupción haya sanado por completo. En esa línea, la viruela del mono suele durar 21 días.

¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?

Las personas que se contagian de la viruela del mono, suelen presentar los siguientes síntomas:

• Fiebre, sobre los 38.5º.
• Dolor de cabeza.
• Ganglios inflamados.
• Dolores musculares.
• Falta de energía.
• Lesiones en la piel llenas de líquido blanco o amarillento, que se concentran especialmente en la cara, pecho, zona abdominal, boca, genital y anal.

Las lesiones que se forman producto de la enfermedad, posteriormente se vuelven en costras que luego se secan y se caen.