Este es el actor que fue vetado por 20 años de los Premios Oscar (y cómo eso arruinó su carrera para siempre)

No ha pasado mucho tiempo desde que Will Smith protagonizó uno de los episodios más bochornosos en la historia de los Premios Oscar, cuando en la 94.ª edición del galardón subió de improviso al escenario para darle una bofetada a Chris Rock tras una broma sobre su esposa, Jada Pinkett.

Claro que más allá de ganar el premio a Mejor actor, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le impuso una expulsión de diez años, asunto que definió su ausencia de los eventos como dicha ceremonia -y otras de la mis organización- hasta 2032.

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Claro que antes de eso, la entidad también impuso una sanción a otra famosa estrella que estaba probablemente en uno de los puntos álgidos de su carrera en Hollywood.

Este fue el actor vetado por dos décadas en los Oscar (y la razón)

Para abordar la controversia hay que remontarse hasta el evento que se realizó en el año 1993 y donde Richard Gere definió su futuro sin saberlo.

Resulta ser que el intérprete reconocido por papeles como Gigolo Americano (1980), Mujer Bonita (1990) y Siempre a tu lado (2009) se salió del libreto sobre el escenario.

De hecho durante la noche su gran labor era presentar el premio a la Mejor dirección artística, pero también ocupó el espacio para protestar contra la ocupación china del Tibet, mencionando una “horrenda, horrenda situación de derechos humanos”.

Naturalmente la Academia, y particularmente el productor del programa Gil Gates, no estuvo de acuerdo con su actuar ni con los discursos políticos en general de la instancia, también protagonizados por Susan Sarandon y Tim Robbins.

Así fue como se tomó la decisión de las dos décadas, cesando recién en el año 2013. “No tuve que volver a ponerme un esmoquin. Me pareció bien”, explicó en 2017 a The Hollywood Reporter.

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Claro que el mismo artista también apuntó a que las repercusiones incluyeron ser rechazado por las grandes producciones de Hollywood a la hora de reclutar elencos.

Un punto que marcó un antes y un después en su periplo interpretativo, extendiéndose hasta la actualidad y remitiéndolo a papeles cintas de menor alcanza y popularidad.

“No me interesa interpretar al Jedi marchito en su gran taquilla. Tuve suficiente éxito en las últimas tres décadas como para poder permitirme hacer estas (películas más pequeñas) ahora”, expresó en la entrevista, asumiendo con altura de miras aquella vía en paralelo al lado más popular de la industria.