País ADN. ¿Por qué a los chilenos les cuestan tanto los cambios? Investigadora del PNUD detalla informe sobre Desarrollo Humano 2024

En el reciente Informe sobre Desarrollo Humano 2024, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile, se explora una realidad compleja: la dificultad de los chilenos para implementar cambios profundos en su sociedad.

Maya Zilveti, investigadora coordinadora del estudio, detalló en País ADN que, a pesar de los numerosos cambios que ha experimentado el país en las últimas décadas, existe una resistencia significativa hacia las transformaciones más fundamentales.

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“Chile ha sido muy dinámico y ha implementado transformaciones que han sido beneficiosas, pero también tenemos una dificultad objetiva para cambiar”, señaló la encargada del informe.

En esa línea, en el documento se reveló que un 57% de los chilenos desea cambios profundos, pero de manera gradual. A pesar de esta aspiración, hay un sentimiento generalizado de que ciertos cambios cruciales no se han materializado.

“Aunque Chile ha cambiado mucho, aquellos cambios profundos esperados en materia de derechos y protección social no se han concretado”, explicó Zilveti. Esta percepción es respaldada por el hecho de que el 59% de la población cree que la situación del país ha empeorado en los últimos años.

¿El problema son los liderazgos políticos?

Un aspecto destacado del informe es la relación entre la ciudadanía, las élites y los movimientos sociales. Según Zilveti, hay una percepción en la sociedad chilena de que quienes deberían impulsar los cambios, como los liderazgos políticos, se han transformado en obstáculos en lugar de facilitar los procesos necesarios.

“El 67% de las personas considera que los mayores obstáculos para los cambios están en los liderazgos políticos”, afirmó la investigadora. Esta cifra refleja un desencanto profundo con la clase política, percibida como enfocada más en sus propios intereses electorales que en las necesidades reales de la población.

El informe también hace un llamado a reflexionar sobre las emociones predominantes en la sociedad chilena actual. “Vemos un declive significativo en la esperanza, que se ha triplicado en los últimos diez años en términos de expectativas negativas sobre el futuro del país”, comentó Zilveti. Este pesimismo parece estar vinculado a una serie de cambios fallidos, como los dos procesos constitucionales recientes, que han alimentado un sentimiento de frustración e impotencia entre la ciudadanía.

En términos de posibles soluciones, el informe no se propone como una guía definitiva, sino como una herramienta para estimular el debate y la reflexión. “Nos interesa más generar preguntas que dar respuestas”, aclaró Zilveti. No obstante, se identifican algunas condiciones necesarias para fortalecer las capacidades de la sociedad chilena para conducir cambios. Entre ellas, destaca la necesidad de reparar la relación entre las élites, los liderazgos políticos y la ciudadanía. “Es crucial que los liderazgos políticos aprendan a escuchar a la ciudadanía con todos sus matices y ambivalencias”, enfatizó.

Confianza en las instituciones

La confianza en las instituciones también emerge como un tema crítico. “Estamos en mínimos históricos en cuanto a confianza en las instituciones y el interés por participar en organizaciones y acciones colectivas organizadas”, señaló la investigadora. Para reconstruir esta confianza, el informe sugiere que el sistema político debe mostrar resultados tangibles en materia de política social que reflejen los cambios que la ciudadanía demanda.