¿Cuál es el origen de quitarse los zapatos antes de entrar a la casa?
La costumbre está fuertemente arraigada en la cultura de algunos países.
La costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar a la casa es una práctica común en muchas culturas alrededor del mundo e históricamente se ha vinculado a países como Japón, en Asia.
Y si bien el asunto podría parecer una simple cuestión de etiqueta o costumbre, el origen de lo mismo se remonta a varios siglos atrás.
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De hecho contrario a lo que se podría creer la situación no estaría vinculada del todo a evitar que la suciedad del exterior entre a la vivienda.
¿Cuál es el origen de quitarle los zapatos al entrar a la casa?
Según indicó BBC en una investigación en profundidad, el germen de todo tiene un significado simbólico.
Por ejemplo, en la antigüedad de África, Asia y Europa las civilizaciones lo hacían porque se veía como una forma de “remover la impurezas antes de entrar en la casa”, explicó Margo DeMello, autora de Feet and Footwear: A Cultural Encyclopedia.
En detalle lo anterior incluso aplicaba para aquellos que solo eran invitados y en ocasiones se hacía que los esclavos lavaran los pies de estos antes de adentrarse en la visita.
“Reforzaba, por una parte, el status alto del invitado y, por la otra, el status bajo del esclavo”, explicó sobre la jerarquía social, donde el último grupo no tenía ningún tipo de calzado.
En ese sentido tanto la cabeza como los pies eran las partes más simbólicas del cuerpo por esta época, siendo la primera asociada con el alma y la mente.
Ahora bien, el “origen” más concreto probablemente se situaría en la antigua China, territorio que también habría influido en naciones como Corea, Japón o Vietnam.
Allí se planteó como “una necesidad”, según comentó profesor de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Complutense de España David Sevillano-López.
Todo porque una casa tradicional contaba con habitaciones que funcionaban como estancias independientes y alrededor de patios. Entonces la propia distribución obligaba a pasar muchas veces por exteriores. Así se arrastraba la suciedad.
“De hecho, se cree que la silla no se introdujo hasta aproximadamente el año 175 a.C”, definió Sevillano-López. “Si no se tenía cuidado, el sitio donde te sentabas, comías o incluso podías llegar a dormir lo llenabas de la suciedad de la calle”, planteó sobre una idea que se gestó en la nobleza.
Más allá de que la práctica se liga a la humildad, las “normas de comportamiento” o “ritos” también estarían plasmados en libros antiguos como el Liji (475 - 221 a.C.).
Desde ahí ya se hablaba en la literatura de que los zapatos no debían pisar el suelo de los interiores.