Al hablar de Quentin Tarantino nos referimos a uno de los directores más populares en la industria cinematográfica, reconocido principalmente por sus trabajos cargados a la acción y la violencia. Tiempos violentos, Kill Bill, Bastardos sin gloria y Django sin cadenas son solo algunas de las destacadas películas que forman parte del nutrido catálogo que nos ofrece el director. Pero no todo es sangre, disparos y cine bélico para el cineasta, ya que en sus gustos personales hay espacio para una amplia variedad de historias que han logrado cautivarlo. Incluso, uno de los filmes favoritos de Tarantino, uno que lo ha hecho emocionarse, nos presenta una trama de romance complementado con la esencia de la ciencia ficción. Se trata nada más y nada menos que de El hombre anfibio, una cinta soviética estrenada en 1962 bajo la dirección de Vladimir Chebotaryov y Gennadi Kazansky, basada en la novela homónima de 1928 de Alexander Beliaev. Es importante consignar que tiene amplio parecido con La forma del agua (2017), de Guillermo del Toro, pero sin tener alguna relación directa ni una inspiración oficialmente reconocida. “Es una de las películas más bonitas que jamás haya visto”, comentó Quentin respecto a la producción original. Además, detalló que lo marcó para siempre desde la primera vez que la vio cuando aún era joven. Aseguró que quedó asombrado por el filme cuando la vio por televisión, convirtiéndose en una verdadera fascinación a pesar de que hoy en día no tenga mucha similitud con su estilo de cine. El hombre anfibio relata la historia de Ichtyandr, un joven con la capacidad de vivir en el mar, gracias a una intervención médica de su padre, el Doctor Salvator, quien lo convirtió en un ser anfibio para salvarlo de una enfermedad pulmonar. Ambientada en un pueblo costero, la película presenta a los residentes aterrorizados por los informes de una misteriosa criatura en el océano. Y es que a pesar de sus habilidades extraordinarias, su condición provoca problemas y miedo entre los habitantes del lugar. La trama se complica cuando Ichtyandr se enamora de Guttiere, la hija de un pescador. Sin embargo, su amor lleno de obstáculos se ve contra las cuerdas cuando la mujer se casa con un despreciable buzo. Decidido a vivir en tierra firme para estar cerca de ella, Ichtyandr descubre que su tiempo fuera del agua es limitado, y se enfrenta a villanos que buscan quitarle la vida para evitar su regreso al océano. En su momento, El hombre anfibio fue un gran éxito en Europa del Este, y en la extinta Unión Soviética logró atraer a más de 100 millones de espectadores a las salas de cine. Aunque no está disponible en plataformas de streaming, los cinéfilos pueden encontrar esta joya en formato DVD (u otros medios) y comprender por qué Tarantino la considera una de las películas más hermosas que ha visto.