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Siete Instituciones de Educación Superior participaron de Jornada por la Discapacidad Intelectual de Pequeño Cottolengo

El seminario reunió a cerca de 150 personas y enfatizó la importancia del rol del profesional del área de la salud y rehabilitación, en la vida de personas dependientes

Siete Instituciones de Educación Superior participaron de Jornada por la Discapacidad Intelectual de Pequeño Cottolengo

En el marco del Mes de la Solidaridad, la fundación Pequeño Cottolengo de Cerrillos organizó una jornada enfocada en la discapacidad intelectual, contando con la participación de siete instituciones de educación superior. La actividad, que reunió a cerca de 150 personas, tuvo lugar en las instalaciones de la fundación y destacó el papel esencial de los profesionales de la salud y rehabilitación en la vida de personas dependientes.

El seminario, que incluyó a la Universidad Finis Terrae como patrocinador, además de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Central, Universidad Católica Silva Henríquez, Universidad Autónoma de Chile, y Universidad Santo Tomás, buscó visibilizar el trabajo y los desafíos que enfrenta el Pequeño Cottolengo, una institución con más de 50 años de experiencia en el cuidado de personas con discapacidad intelectual severa y profunda.

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La fundación, ubicada en Cerrillos, acoge a más de 300 residentes, muchos de los cuales han sido abandonados por sus familias y provienen de diferentes regiones del país.

Cristián Glenz, director ejecutivo de Pequeño Cottolengo, destacó la importancia de la solidaridad y el talento de los futuros profesionales de la salud como elementos clave para continuar la misión de cuidado que la fundación realiza diariamente. “El valor y conocimiento de las nuevas generaciones son un aporte crucial para los cuidados de cada uno de nuestros residentes”, afirmó Glenz.

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La jornada permitió a estudiantes y docentes explorar los distintos ámbitos en los que pueden impactar positivamente en la vida de los residentes de Cottolengo. Además de exposiciones de docentes y expertos, los asistentes pudieron conocer de cerca la situación de los residentes y las innovadoras terapias implementadas por la fundación, que incluyen terapias ecuestres, un huerto terapéutico y una sala de sonoterapia.

“Estas iniciativas de la Escuela de Kinesiología permiten que nuestros estudiantes visibilicen la discapacidad intelectual y potencien su formación integral con un alto nivel de calidad humana. Lo hacen mediante un enfoque biopsicosocial que pone a la persona en el centro de su actuar, promoviendo la responsabilidad social y valorando a todos los individuos en la sociedad a la que pertenecen”, apunta la Dra. Francia Arellano, encargada de Vinculación con el Medio de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Finis Terrae.

Francisco Pizarro, director de Rehabilitación de Pequeño Cottolengo, resaltó el compromiso de la institución con la formación de más de 200 estudiantes anualmente en el área de salud y rehabilitación. “Ejercer el rol docente con compromiso y responsabilidad es una de las principales motivaciones para desarrollar esta jornada”, expresó Pizarro, subrayando la responsabilidad social que conlleva la formación en el ámbito de la discapacidad.

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