Naturalmente Paris 2024 no ha sido la excepción a aquella regla que no está escrita en ningún lado pero que marca la mayoría de las fotografías que se toman en aquel podio que está reservado a la elite de las disciplinas.
¿Por qué se muerden las medallas en los Juegos Olímpicos?
Si se busca una explicación habría que tener en cuenta razones históricas.
Lo cierto es que originalmente morder el oro era una técnica usada para verificar la autenticidad de las monedas hechas de ese material.
En detalle, el oro puro suele ser más blando que otros metales y sería posible dejar la marca de los dientes en el mismo si no se trata de una falsificación.
Eso sí, lo anterior no tiene tanto sentido en la actualidad donde las preseas no son de oro puro y la acción se ha ejercido más como un gesto simbólico.
Y si bien no se tiene claro qué atleta inició la tendencia, lo cierto es que en la actualidad todo perdura también porque son los fotógrafos los que lo solicitan a los vencedores.
Según David Wallechinsky, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos es casi una obsesión para aquellosque se encargan de registrar los momentos más relevantes de las competiciones. Básicamente es una imagen icónica y vendible.
¿Un dato extra? La última vez que se fabricaron medallas de oro puro fue en el año 1912 para el evento con sede en Estocolmo.
picture alliance
En el caso de la versión europea más reciente, y más allá del resplandor, la composición del premio e ícono del logro atlético está mayormente formada por plata.
En números: 529 gramos de plata y 6 gramos de oro, equivalente a un 1.3% del peso y la cantidad suficiente para darle el color dorado característico.
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