“Me hicieron una encerrona. Un tipo me golpeó el vidrio del copiloto con una pistola”

Camilo Moya, volante de O’Higgins, fue víctima de una encerrona el pasado martes en la comuna de Puente Alto. Tres delincuentes que portaban armas de fuego le robaron su vehículo, un Mercedes-Benz A250 color gris.

El mediocampista nacional conversó con AS Chile y entregó detalles del momento que sufrió. “Fui a Santiago porque a mi perrito teníamos que hacerle un examen, para salir de una duda, y ahora lo deben operar. Después lo fui a dejar a la casa de mi suegra, en Puente Alto, y en lo que me venía a Rancagua, a unas dos cuadras de la casa de mi suegra, me hicieron una encerrona”, partió señalando.

“Ahí se bajó un tipo y me golpeó el vidrio del copiloto con una pistola. Otro se puso adelante, también con pistola, y el que me sacó del auto también llevaba pistola. Salí del auto y dejé que se lo llevaran... Menos mal no iba con mi perrito o con mi familia, que era lo más importante”, indicó el futbolista, quien logró volver a Rancagua gracias a que su compañero de equipo, Juan Fuentes, lo fue a buscar a Santiago.

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Respecto a los delincuentes que lo abordaron, Camilo Moya comentó que “todos estaban cubiertos. Según yo, los tres eran menores de edad. Ninguno tenía como cuerpo de adulto”.

“Por cómo están las cosas, aunque reacciones bien, tú no sabes cómo van a reaccionar ellos. Lo único que pensé fue ‘voy a pasar todo, porque tengo una hija de siete días de vida. No quiero que me pase nada, así que no haré nada estúpido’”, reconoció.

Camilo Moya acudió a Carabineros tras el robo y ahora espera información sobre el paradero de su vehículo. “Lo último que me dijeron fue que lo habían visto por Bajos de Mena. Tenemos esperanzas de encontrarlo, porque siento que es un auto fácil de reconocer. Es un Mercedes gris, con llantas pintadas y no tenía la tapa del estanque”, mencionó.

“La calle está peligrosa”

Por último, el futbolista de 26 años reflexionó sobre los constantes hechos de delincuencia que están ocurriendo en Chile. “La verdad es que uno puede hablar mucho, pero al final nadie hace nada. Uno prende la tele y nunca hay una noticia buena, todas son malas. Que matan a alguien, que encuentran un cuerpo en tal parte... A los delincuentes no les importa nada”, sostuvo.

“Imagínate que mientras yo hacía mi constancia en Carabineros, llegaron siete personas por el mismo tema. Y era gente con sus hijos y todo. Entonces, es peligroso porque al final los delincuentes no la piensan. Si te tienen que pegar un disparo, lo van a hacer. Y si te tienen que matar, lo van a hacer. La calle está peligrosa”, concluyó.

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