Estos son los 9 comportamientos que a menudo muestran las personas que crecieron en la pobreza

Es sabido que nuestra crianza es importante para los hábitos que formaremos cuando seamos adultos. Un vínculo profundo que es vital para nuestro desarrollo, por lo que crecer en la pobreza nos puede dejar huellas que nos acompañarán por el resto de nuestras vidas.

Ante esto, los adultos que crecieron en dicho contexto suelen presentar 9 comportamientos, los que permiten comprender cómo nuestro pasado influye en nuestro presente –sin estereotipar, ni etiquetar–, según consignó Global English Editing.

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¿Cuáles son los 9 comportamientos?

El valor está en la sencillez:

Esto apunta a apreciar la belleza en la simplicidad, que podría pasar por alto para aquellos que crecieron en hogares más acomodados. Quienes crecieron en la pobreza tuvieron que arreglárselas con menos, y esto puede traducirse en un hábito de valorar la simplicidad, encontrando alegría en las cosas más sencillas.

Ingenio:

Un rasgo que normalmente se cultiva por necesidad y es una característica común en aquellos que crecieron con menos recursos, por lo que aprenden a arreglárselas con lo que uno tiene.

Empatía:

Quienes pasaron por momentos difíciles suelen estar más en sintonía con las dificultades de otros. Esta mayor sensibilidad puede generar un mayor sentido de empatía para comprender los sentimientos de los demás y responder de forma solidaria.

Apreciación de las pequeñas cosas:

Cuando uno crece en un entorno donde el dinero escasea, los pequeños placeres pueden adquirir mayor importancia. Lo que suele llevarnos a apreciar las pequeñas cosas de la vida, y no dar las cosas por sentado.

Una sólida ética de trabajo:

Crecer en la pobreza a menudo nos lleva a empezar a trabajar a una edad temprana, y esto nos puede fomentar una fuerte ética laboral. Estas personas conocen el valor del trabajo duro y la determinación, ya que han vivido de primera mano que nada es gratis.

Resiliencia:

Estar en un entorno con escasos recursos significa enfrentar la adversidad y superar obstáculos desde pequeños, por lo que nuestro carácter se va forjando y aprendemos a levantarnos cuando te han derribado para seguir adelante.

Una perspectiva diferente sobre la riqueza:

Para aquellos que crecieron en la pobreza, la riqueza puede tener un significado diferente. No se trata solo de dinero o posesiones materiales, sino de seguridad, oportunidades y libertad.

Ahorrar:

Crecer con recursos limitados, aprendes la importancia de administrar tu dinero sabiamente. Esto suele generar un hábito de ahorrar y ser más conscientes de los gastos.

Gratitud:

Por último, cuando creces en un entorno con menos recursos, se suele inculcar un profundo sentido de gratitud. Aquellos que pasaron por dificultades tienden a apreciar lo que tienen.