Esta semana la minera y firma estadounidense Freeport-McMoRan anunció un megaproyecto en Chile y concretamente en la operación de la minera El Abra.
La idea es expandir las tareas del yacimiento cuprífero donde tiene el 51% de la propiedad y comparte sociedad con la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), que posee el 49% restante.
La inversión supone un monto de US$ 7.500 millones para el lugar ubicado a 76 kilómetros de Calama y es la segunda inversión más grande después de Quebrada Blanca Fase 2 (QB2). Todo porque esta última terminó costando US$ 8.200.
Dentro del proyecto se contempla una planta desaladora de agua de mar, un sistema de impulsión de agua desalada y una planta concentradora.
Acorde a las palabras del country manager de la firma, Mario Larenas, la idea es ingresar a fines del año 2025 un estudio de impacto ambiental.
Así se espera que entre permisos y construcción se tarde un periodo de entre siete y ocho años. De tal forma comenzaría a operar recién en 20233.
En detalle con el proyecto se producirán 750 millones de libras al año de cobre. Y es que el yacimiento en la región de Antofagasta tiene un potencial de reservas que se alza a 20 mil millones de libras del mismo metal, según indicó la compañía.
A la vez se había hablado de extender la vida útil del mismo hasta el año 2042, pero el plazo de amplió según los ejecutivos mineros.
“Estamos esperanzados de que este proceso que ahora está emprendiendo el Gobierno permite una agilización de los permisos”, fue lo que dijo Kathleen Quirk, CEO de la empresa.
“La empresa Freeport McMoran, socia de nuestra Codelco anuncia inversión de 7.500 millones de dólares en Chile, valoran relación con el gobierno y destacan importancia de relación con las comunidades y el entorno. Y algunos todavía insisten en que no nos importa el crecimiento”, escribió a través de X el presidente Gabriel Boric tras el anuncio.
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