Ha pasado tiempo desde que hace un año, Katherine Orellana decidió tratar de manera radical su alcoholismo. Su adicción al trago la había alejado de su familia, de su hijo y además le significaba un gran costo a nivel económico y laboral.
Una compleja situación, en la que recibió el apoyo de diferentes rostros de la televisión, y por sobre todo de parte de su mejor amigo Rodrigo Díaz, además de que, entre otros famosos, que estuvieron siempre pendientes de ella, se puede emocionar a: Lucho Jara, Karol Lucero, Adriana Barrientos, Daniel Fuenzalida, Kel Calderón y su padre.
En conversación con La Cuarta, la cantante contó cómo se agravó su alcoholismo. “En mi adolescencia fumaba marihuana y me tomaba mis copetes, pero nunca fue problema. Pero se terminó Rojo y empecé a tomar y salir todos los días. La plata se fue y sin darme cuenta estaba empantanada en el alcohol y la droga”, afirmó.
“Estuve un tiempo funcional, pero nada. Como mi droga madre era el alcohol, curada, en ningún lado; es diferente cuando consumes otro tipo de drogas, que pasas más piola, pero el alcohol era superevidente en mí. Aparte, me había hecho un bypass gástrico, entonces si me tomaba un pisco sour me hacía más efecto”, añadió.
Su conducta durante su alcoholismo
Más adelante, la ex Rojo entregó detalles acerca de cómo era su personalidad durante este tiempo en el que estaba bajo la adicción. “Alcoholizada le podía decir sí a todo. Hay muchas cosas, incluso de mi vida, que no me acuerdo, y que en terapia he podido desbloquearlas... Perdonarme fue mi primera acción de amor propio, por la poca conciencia de enfermedad”, sostuvo.
“El ego es tan doble filo que te mantiene en una permanencia en vez de decir ‘no quiero más’ y pedir la ayuda. Lo más difícil para un ser humano, siendo adicto a lo que sea, es pedir ayuda; uno siempre quiere arreglárselas solo y que uno tiene la razón. Realmente a veces uno necesita la ayuda. Es de valientes”, complementó.
Luego, también señaló que estando alcoholizada “era negativa y violenta, contra el mundo, contra mí, me autosaboteaba, y obviamente (me sentía) la víctima de la situación. Totalmente enferma”.
Y enseguida, Kathy hizo énfasis en una importan aclaración: “No digo que sea una justificación, pero escucho a la gente cuando habla de los adictos y dicen ‘estos creen que uno es hueón y se hacen los enfermos’.La adicción es una enfermedad, así como la obesidad, y lamentablemente en este país no se ve así”.
“La adicción ni siquiera es una enfermedad de la droga y el alcohol, es la enfermedad de las emociones; el alcohol y la droga solamente es la guinda de la torta, nada más”, complementó.
Su rehabilitación
Posteriormente, la cantante expuso cómo fue su rehabilitación. “Me interné en el centro de Creeré —hoy, Énfasis Chile—, en el 2021 (casi 2022). Curá tomé la decisión, me fui con una caja de vino para el centro. Es tan cuática la adicción que uno, en definitiva, sabe que la está cagando, pero estás tan empantanado que quieres salir y no puedes, porque el cuerpo te lo pide”, recordó.
“Llamé a mi papá como a las 9 de la noche y le dije: ‘Ven a buscarme a las 9 de la mañana que me voy a un centro’, y me contestó: ‘Si me estás leseando, no te llevo más’. Quedaba en Melipilla, me llevó y me fui tomándome una caja de vino; llegué ebria. No me dijeron nada, me aceptaron y me fui a acostar”, adicionó.
Tras ello, rememoró como fueron sus primeros días en el centro de rehabilitación. “Desperté como a las cuatro o cinco horas y yo juraba que llevaba como una semana. ‘Llegaste hoy día’, me dijeron mis compañeras”, expresó.
“Las dos o tres primeras semanas lo pasé horrible, porque la desintoxicación del alcohol es muy fuerte, la falta de... convulsiones, vómitos, arritmia, insomnio y alucinaciones. Me llevaron como tres veces de urgencia al hospital en Talagante porque convulsionaba y vomitaba espuma”, aseguró.
“Cuando me metí dije: ‘No quiero ningún tipo de drogas de nada’, y me insistían en que ‘tienes que tomar algo para dormir’, pero yo ‘no, nada pa dormir’. Estuve como tres semanas en que mis compañeras me tenían que dar el té porque por mis tiritones no podía sostener nada; la comida me la tenían que dar. Llegué horrible, flaca como palo, estaba pesando unos 50 kilos”, agregó.
También, acerca de este duro momento de su vida, la exintegrante de Rojo expuso que “la gente se pregunta si yo estaba consumiendo pasta base, y no, era puro alcohol. Tomaba mucho, mucho, todo el día, desde que me levantaste hasta que —no podría decir me acostaba— apagaba tele. Así era mi sistema de vida”.
“Pero alcoholizada le podía decir a todo lo que viniera si es que estaba en algún lugar, pero por lo general siempre lo hacía sola, en una pieza, nunca con gente. Nunca lo mío fue social... No digo que no consumí algún tipo de droga, posiblemente, ¡pero no me acuerdo!, jajaja. Hoy día me rio, pero, por ejemplo, cuando me hicieron los tests de drogas para el ingreso, no tenía nada más que alcohol. ¡Era tanto el alcohol que ni marihuana fumaba!”, añadió.
La reflexión de Kathy
Finalmente, sobre este difícil período de su vida, Katherine reflexionó: “Todo el mundo tiene alguien que necesita ayuda, y no hablo de ayuda económica, sino en ‘¿cómo lo hiciste? ¿Qué hiciste para que te funcionara?’, porque claramente todo Chile me vio dando jugo en las redes po, curá raja; no voy a decir ‘na qué ver, inteligencia artificial’”.
“Entonces ver mi cambio es como ‘oh, lo logró'. Me llena el espíritu de agradecimiento, porque así como inspire en algún momento como la gordita que estuvo en TV, también puedo inspirar a muchas personas que tengan un problema de alcohol y drogas, que sí se puede salir, existe la rehabilitación y poder cambiar, si uno se lo propone”, concluyó.
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