Cada 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas, una fecha que busca concienciar sobre el impacto ambiental de estas bolsas. Jorge Leiva, de la Universidad Bernardo O’Higgins, señala que anualmente se utilizan 500.000 millones de bolsas plásticas, las cuales tardan hasta 400 años en degradarse y causan graves daños al medio ambiente y la salud humana.
En Chile, la prohibición de bolsas plásticas en el comercio ha evitado el uso de 5.000 millones de bolsas en dos años, y emprendimientos como I Am Not Plastic ofrecen alternativas biodegradables y compostables.
“Se utilizan alrededor de 12 millones de barriles de petróleo sólo en Estados Unidos y a nivel mundial, unos 60 millones de barriles de petróleo por año”, advierte Jorge Leiva. Esto implica un gran impacto en la emisión de CO2. Además, las bolsas plásticas representan un peligro para la vida marina, ya que muchas especies, como las tortugas marinas, las confunden con alimento.
Los compuestos químicos presentes en las bolsas plásticas pueden tener efectos negativos en el medio ambiente y la salud humana. “Especialmente si las bolsas se degradan y liberan estos químicos, pueden relacionarse con afecciones como el cáncer, alterar funciones hormonales y supresión del sistema inmunológico”, añade Leiva.
Chile ha sido pionero en América Latina en prohibir la entrega de bolsas plásticas en el comercio. Este paso ha llevado a una reducción significativa en el consumo de estas bolsas y ha incentivado el surgimiento de alternativas innovadoras y sostenibles, como las bolsas biodegradables de I Am Not Plastic.
Reciclaje plástico
Rodrigo Sandoval, fundador de I Am Not Plastic, subraya la importancia de la innovación para cambiar el panorama actual: “Tenemos que buscar nuevas materialidades que permitan a las personas hacer un cambio sin que eso afecte su estilo de vida”. Su startup ofrece productos 100% biodegradables y compostables, que se degradan en 180 días.
Finalmente, Leiva concluye que “la primera prioridad debe ser reducir el consumo” de bolsas plásticas. A pesar del avance en reciclaje, es crucial un cambio cultural para evitar los problemas que causan estas bolsas y proteger tanto la salud humana como el medio ambiente.