Ante este escenario, el experimentado portero de 41 años reconoció un factor importante que influirá a la hora de decidir en qué equipo jugar: el bienestar de sus cuatro hijos.
“Vamos a estar donde nos sintamos bien, donde sobre todo los niños tengan más herramientas y oportunidades en el día a día. Eso lo podemos conseguir en Chile, en Sevilla o en el lugar que toque. Lo valioso es vivir el día a día. Tampoco nos proyectamos a mañana o a un futuro. No tiene mucho sentido. Soy bien maduro para ver las cosas y no proyectarme más allá”, explicó el guardameta de La Roja en diálogo conLUN.
En esa línea, Claudio Bravo considerará la opinión de sus hijos para elegir su próximo club. “Siendo sincero, siempre el que tomaba la decisión, era yo. Y siempre los llevaba mintiendo, intentando alargar los años, diciéndoles: mira, vamos a estar en un buen lugar, alarguemos dos o tres años más. Al final me tocaba ser el que tomaba las decisiones. Pero cuando ya tienes niños grandes y ya no velas tanto por ti en el plano laboral, claro que influyen. De hecho, la decisión de ir a Betis fue en gran medida de ellos, querían elegir dónde vivir a partir de las opciones disponibles. En ese caso fue en Sevilla”, aseguró.
Así las cosas, los cuatro hijos de Bravo, Josefa (20), Maite (17), Mateo (12) y Emma (8), jugarán un rol importante en la nueva etapa que tendrá el portero en su carrera.