Rafael Harvey e instrucción del servicio militar: “Se puede ser igual de rudo o entrenar fuerte sin insultos y sin malos tratos”

El exmilitar, Rafael Harvey, estuvo en La Prueba de ADN para conversar sobre el caso Fuente-Alba y la corrupción que rodea al Ejército, así como también de las recientes polémicas vividas en el marco del servicio militar.

Las últimas jornadas han estado marcadas por diferentes inconvenientes que han visto afectado el entorno de las Fuerzas Armadas en el país, poniendo sobre la mesa varios puntos de discusión sobre cómo se han hecho las cosas y de qué manera se espera seguir avanzando hacia el futuro.

Tras el remezón del fallecimiento de Franco Vargas y todo lo que se ha hablado, el invitado cuestionó ”¿Después qué viene?”, reflexionando sobre los verdaderos cambios que se deben realizar. “Hay mucho más que hacer ahí”, sostiene, aludiendo a una eventual salida del comandante en jefe Javier Iturriaga.

Bajo su juicio, “hay que hacer cambios en cuanto a la instrucción de los mismos instructores y que los comandantes, coroneles y generales se preocupen de los soldados”, ya que existe “despreocupación de los mandos”.

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Por otra parte, recordando los diversos casos que envuelven al Ejército en cuanto a los malos tratos, el exmilitar narró los hechos recientemente sufridos por un soldado en el regimiento Maipo.

Según cuenta, un cabo habría reaccionado de mala manera ante la petición de su pupilo para entregarle material, llegando a tal punto de que “cargó su pistola de servicio y le disparó. Le atravesó la ingle. Gracias a Dios atravesó el cuerpo y está en recuperación”.

Además, destacó que también hay un alto nivel de desinformación sobre este tema, lamentando también que este tipo de acciones “es algo más generalizado de lo que se conoce”.

Un cambio de formas

Teniendo todo esto en cuenta, Harvey afirmó que es necesario replantearse la forma en la que se enseña y se instruye a los conscriptos, buscando nuevas fórmulas en al momento del trato.

Asimismo, apuntó a que sería bueno “que los coroneles y generales estén metidos en la instrucción, que vayan a revisar cómo se les está enseñando a los soldados, cómo se les trata, cómo están las condiciones”.

Bajo la misma línea, apeló a que el servicio militar “no lo hacen nuestros senadores, nuestros diputados. No tienen idea de qué es, ninguno de ellos ha hecho el servicio”. Con esto se pone en discusión de qué manera y qué tan eficiente se pueden hacer los cambios y mejoras, ya que la realidad va más allá de casos emblemáticos y sesiones políticas en sala.

Un servicio que “se puede hacer sin malos tratos”

Este escenario plantea a su vez la forma en que debe ser impartido el servicio militar, considerando el fin y el motivo por el cual se están preparando. Por una parte, hay quienes ven una buena forma en la dureza y rudeza de la instrucción, pero siempre está al límite de traspasar una línea a lo excesivo, malos tratos, humillación y diferentes conflictos.

Frente a esto, Rafael Harvey enfatizó en que “se puede ser igual de rudo o entrenar fuerte, sin insultos y sin malos tratos. Es compatible”, enfatizando en cómo se pueden mejorar las cosas en la interna.

En relación con las decisiones y forma de llevar la instrucción, hizo hincapié en que “sigue siendo el espacio más vertical que hay en nuestra sociedad”, apuntando a una “obediencia absoluta” que sigue estando vigente.

Caso Fuente-Alba

En tema aparte, el exmilitar tuvo palabras para las actualizaciones del caso de Juan Miguel Fuente-Alba, entregando su visión sobre él y mencionando otros casos vinculados.

“En lo personal, del general Fuente-Alba tengo una buena opinión como comandante. Me tocó conocerlo como él resolvía ciertas situaciones de injusticia. En lo penal, en lo que se le imputa, me adhiero a lo que han hecho los tribunales de justicia”, indicó.

“Fuente-Alba, a diferencia de los comandantes en jefe que lo sucedieron, como el general Oviedo y el general Ricardo Martínez, de ellos sí que había muchos antecedentes de corrupción, mayores que Fuente-alba”, añadió.