En un esfuerzo por optimizar la salud general y minimizar el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes, investigadores han explorado la mejor manera de distribuir nuestras actividades diarias.

Un estudio reciente ha encontrado que el equilibrio ideal para un día incluye 8.3 horas de sueño, 2.2 horas de actividad física ligera y una cantidad similar de actividad moderada a vigorosa. Además de 5.2 horas de estar de pie y 6 horas sentados.

Esta investigación ha proporcionado una perspectiva más clara sobre cómo nuestras actividades diarias influyen en nuestra salud. Las directrices actuales sugieren 2.5 a 5 horas semanales de actividad física moderada a vigorosa, pero es igualmente crucial considerar el tiempo dedicado a estar sentado, de pie y moviéndose suavemente durante el día.

El estudio involucró a más de 2000 adultos que usaron sensores corporales para registrar sus actividades durante una semana. Al inicio del estudio, se evaluaron variables como la circunferencia de la cintura, el azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina. La información recopilada se comparó con marcadores de riesgo para la salud para modelar y analizar permutaciones ideales de un día de 24 horas, informa ScienceAlert.

Los investigadores descubrieron que pequeñas actividades físicas ligeras, definidas como movimientos menores a 100 pasos por minuto, están fuertemente vinculadas con el control de la glucosa, especialmente en personas con diabetes tipo 2. Estas actividades tienden a acumularse de forma intermitente a lo largo del día y pueden ser tan beneficiosas como el ejercicio programado.

Además, la investigación sugiere que interrumpir períodos de sedentarismo con breves caminatas puede mejorar significativamente el metabolismo, especialmente después de comidas como el almuerzo. Los hallazgos también indican que la actividad física de intensidad moderada a vigorosa puede parecer exigente, pero se refiere a movimientos rápidos y puede incluir caminatas rápidas.

Hallazgos preliminares

Es importante recalcar que estos hallazgos son preliminares y deben ser validados por estudios adicionales. La correlación entre cómo las personas pasan su tiempo y los riesgos de salud asociados aún necesita ser explorada más a fondo para entender completamente la causalidad.

Este estudio podría influir en futuras pautas de actividad física, sugiriendo un enfoque más holístico que no solo considera la intensidad y duración del ejercicio, sino también la integración del movimiento a lo largo de las 24 horas del día. Así, los australianos pronto podrán tener directrices que les ayuden a examinar y mejorar su rutina diaria, orientándose hacia un estilo de vida más activo y saludable.