Banco mundial de semillas: así funciona el “Arca de Noé” que conserva la biodiversidad para el futuro

Las cifras son alarmantes. El Servicio de Cambio Climático de Copernicus informó a principios de enero que 2023 fue el año más caluroso a nivel global, según diferentes parámetros que comenzaron a medirse en 1850. Así, la temperatura media del aire en superficie alcanzó los 14,98 ºC el año pasado, superando en 0,17 ºC la de 2016, que ostentaba hasta ahora el récord.

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Según científicos y expertos, las temperaturas medias anuales en la superficie del planeta podrían superar las registradas en el período anterior este 2024, y se espera que sigan en aumento debido a la persistencia de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es por esto que de un tiempo a esta parte, aparecieron iniciativas que apuntan a hacer frente a esta realidad, con el fin de prevenir la desaparición de especies animales y vegetales. Una de ellas es la Svalbard Global Seed Vault, o Banco Mundial de Semillas de Svalbard. También conocido como el “Arca de Noé”, se trata de un enorme depósito de semillas de todo el planeta, que se levantó como una forma de preservar la biodiversidad de especies vegetales.

Si bien esta mega edificación está operativa desde 2008, los detalles de su funcionamiento y los secretos que guarda han ido apareciendo con el paso de los años.

Banco mundial de semillas en el Polo Norte

Este banco mundial de semillas se encuentra en la isla de Svalbard, que está a mitad de camino si compras pasajes en avión entre el Polo Norte y Noruega. Es una gran estructura de hormigón, construida a 100 metros de profundidad en el interior de una montaña que está cubierta de hielos permanentes. Este clima sirve para resguardar la biodiversidad vegetal y prevenir su extinción.

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En la actualidad, se calcula que la bóveda alberga más de un millón de especies de semillas provenientes de diversos lugares del mundo. Este recinto no solo es un punto de interés cultural, sino también un valioso patrimonio para la humanidad, entendiendo que su propósito principal es constituirse como una salvaguarda ante posibles desastres climáticos u otras crisis.

Para comprender la magnitud de un proyecto de esta escala, simplemente debemos tener en cuenta que actualmente dos de cada cinco especies de plantas enfrentan amenazas inminentes o se encuentran al borde de la extinción. Este hecho conlleva el riesgo de que numerosos alimentos desaparezcan, provocando alteraciones perjudiciales en la biodiversidad para las futuras generaciones.

En este contexto, bancos de semillas como el Svalbard Global Seed Vault no solo se limitan a almacenar variedades, sino que también desempeñan un papel crucial en el desarrollo de cepas más resistentes y adaptadas al cambio climático.

Qué son los bancos de semillas y cómo funcionan

Los bancos de semillas, también conocidos como bancos de germoplasma, son zonas que mantienen un nivel de temperatura y condiciones adecuadas para conservar muestras de diferentes semillas vegetales, sean éstas silvestres o cultivadas, para asegurar la supervivencia del mayor número de especies de plantas en un futuro.

El mantenimiento de estas semillas implica un proceso meticuloso que requiere condiciones de humedad estables, bajas temperaturas constantes y una exposición limitada a la luz.

Las semillas son cuidadosamente clasificadas, sometidas a una limpieza exhaustiva y deshidratadas hasta alcanzar un nivel de humedad del 5%. Posteriormente, se almacenan en contenedores o paquetes envueltos en papel de aluminio de múltiples capas, con etiquetado preciso que detalla la variedad, procedencia y características específicas de cada muestra. La baja luminosidad y los niveles controlados de humedad y temperatura aseguran un metabolismo más lento de las semillas, prolongando su viabilidad durante un período extendido.

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Para su construcción, el gobierno de Noruega invirtió más de 7 millones de euros y posee una capacidad de almacenamiento para 5 millones de semillas. En la actualidad no se sabe exactamente cuánta de esa capacidad ya está ocupada, pero en 2020 ya se había superado el millón.

Abierto al público digital

Para visitarlo, se puede sacar un pasaje en avión a Noruega, algo que quizás no es muy fácil para todos. Por esto, desde un tiempo a esta parte se puede ver su interior desde casa, en el computador o teléfono móvil gracias a la página web Virtual Company, que permite adentrarse en las instalaciones mediante un tour virtual. Destaca la facilidad para navegar al estilo Street View, con una alta resolución de las imágenes.

De todas formas, existen bancos de semillas más cerca. Brasil es uno de los líderes en la construcción de estás megaestructuras, de hecho, en dicho país existen 268 bancos de germoplasma en actividad, pertenecientes a 37 instituciones de investigación y/o enseñanza. De todos ellos, la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária es la que más posee, con 165 bancos que están diseminados en 21 unidades de la compañía en distintas regiones del país, Norte, Sudeste y Nordeste.

El Banco de Germoplasma de Recursos Genéticos y Biotecnológico perteneciente a Embrapa, con sede en Brasilia, mantiene 115.000 muestras pertenecientes a 1079 especies vegetales diferentes. La mayoría de estas tienen una copia de respaldo. Una segunda copia se almacena en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, con perspectiva a que sea a largo plazo.