Personas con el Síndrome de Fatiga Crónica podrían duplicarse muy pronto: te explicamos las razones
La encefalomielitis miálgica (EM), también conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC), ya afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo.
La encefalomielitis miálgica (EM), también conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC), ya afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, según una nueva investigación, podríamos enfrentarnos al doble de casos en un futuro próximo.
Un estudio realizado por un equipo en Alemania y publicado en el Journal of Clinical Medicine sugiere que los efectos duraderos de la COVID-19 en muchas personas podrían llevarlas a cumplir los criterios de diagnóstico de EM/SFC. Aunque no está confirmado si la COVID prolongada y la EM/SFC son idénticas, comparten suficientes similitudes para que el número de casos de EM/SFC aumente significativamente en los próximos años.
Clínicamente, EM/SFC se caracteriza por fatiga que persiste al menos seis meses y intolerancia al ejercicio. Sin embargo, hasta ahora no ha habido una forma confiable de realizar pruebas para detectar la afección y sus diferentes presentaciones, publica ScienceAlert.
Un estudio relacionado realizado por expertos de la Universidad Médica de Viena en Austria ha identificado biomarcadores en la sangre que podrían estar relacionados con EM/SFC, lo que podría proporcionar una forma más efectiva de diagnosticar la enfermedad.
Los biomarcadores distinguen dos grupos diferentes de personas con EM/SFC: aquellos con sistemas inmunológicos debilitados y aquellos con problemas con el revestimiento de sus intestinos. Estas complicaciones de salud se han relacionado previamente con EM/SFC y COVID prolongado, sin una conclusión clara sobre la naturaleza de la relación.
Al realizar pruebas para estas proteínas en el futuro, los profesionales de la salud podrían comprender mejor algunos de los problemas detrás del diagnóstico de EM/SFC y adaptar los tratamientos más específicamente a los individuos. Esto también permitiría a los investigadores observar más de cerca las diferentes variaciones de EM/SFC.
Aunque aún estamos lejos de comprender adecuadamente cómo comienza el EM/SFC o cómo curarlo, este progreso en la identificación de biomarcadores es un paso adelante. Mientras la COVID-19 siga afectando a millones en todo el mundo, enfermedades como la EM/SFC, desencadenadas por virus, podrían empeorar antes de mejorar.