• 05 OCT 2024

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El descubrimiento de un huevo de 1700 años con su clara y yema sorprende al mundo científico

Dana Goodburn-Brow, principal conservadora arqueológica, describió la investigación como un punto culminante de su carrera de 40 años.

El descubrimiento de un huevo de 1700 años con su clara y yema sorprende al mundo científico / Mario Vergara

Un antiguo huevo, posiblemente de gallina, depositado por un pájaro hace unos 1.700 años, ha sido descubierto en Inglaterra en un estado de conservación tan excepcional que su contenido líquido sigue en su interior. Los arqueólogos que lo examinan están genuinamente impresionados por este hallazgo único, que representa el huevo completo más antiguo de la época romana encontrado hasta la fecha.

Aunque en otras partes del mundo se han desenterrado huevos aún más antiguos con contenido intacto, como algunos momificados en Egipto, estos casos se preservaron deliberadamente para el futuro. En contraste, este huevo romano ha sobrevivido al paso del tiempo únicamente gracias a la suerte natural, con su caparazón tan frágil que no puede tocarse ni exponerse al aire, requiriendo un manejo extremadamente cuidadoso por parte de los científicos.

El descubrimiento del huevo se anunció por primera vez en 2019, pero fue recientemente, durante un escaneo del espécimen, cuando los conservacionistas se percataron de que su contenido aún permanecía dentro de la cáscara. Contiene líquido, yema y clara, aunque con el paso del tiempo parece que estas últimas se han mezclado. También se observa una pequeña burbuja de aire entre el líquido y la cáscara, publica ScienceAlert.

Dana Goodburn-Brow, principal conservadora arqueológica, describió la investigación como un punto culminante de su carrera de 40 años. Este hallazgo es potencialmente único en la vida, ya que las posibilidades de que un huevo sobreviva en estas condiciones sin intervención humana son sumamente bajas. Otros tres huevos encontrados en el mismo sitio no llegaron intactos al museo, pues se rompieron durante el análisis.

Estos hallazgos se realizaron en un pozo anegado en la ciudad de Aylesbury, en el sureste de Inglaterra, entre 2007 y 2016. El agua parece haber protegido los huevos de la erosión, y el sitio arqueológico sugiere que pudo haber funcionado como un pozo de los deseos en la época romana, con los huevos como ofrendas espirituales, religiosas o rituales. Además de los huevos, se encontraron zapatos de cuero, herramientas, cerámica, monedas y una canasta en el mismo pozo.

El huevo único y bien conservado fue transportado al Museo de Historia Natural de Londres para su análisis adicional, aunque su manejo resultó una tarea desalentadora y un tanto peligrosa durante su traslado en el metro. Ahora, los expertos están trabajando para analizar el contenido del huevo sin dañarlo, lo que representa un desafío técnico y científico emocionante.

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