Fabricados con colillas de cigarros: Empresa chilena presenta nuevos anteojos sostenibles
Celion, hecho de acetato de celulosa rescatado de los filtros de cigarrillos, es el material con el que Karün produce los marcos de sus nuevos lentes.
Este mes de febrero, la compañía de anteojos sostenibles Karün Eyewear presentó los primeros marcos de anteojos hechos con colillas de cigarrillos. El anuncio se dio en el marco del evento óptico más importante del mundo, MIDO Eyewear Show, desarrollado en Milán, Italia. En concreto, este innovador nuevo material se denomina como celion.
Este material está hecho de acetato de celulosa recuperado de las tóxicas colillas de cigarro. Por lo que, desde la compañía, estiman que por cada tonelada producida de celion, se eliminan hasta 5.6 millones de este molesto residuo que dejan los fumadores.
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“Para nosotros, la innovación está profundamente arraigada en la búsqueda de la armonía entre la humanidad y la naturaleza. Es por eso por lo que nuestro equipo explora incansablemente nuevas formas de crear productos que no solo protegen nuestros ecosistemas, sino que también satisfacen las necesidades de los usuarios. De este modo, transformamos desafíos medioambientales en oportunidades para la innovación centrada en el usuario” afirmó Thomas Kimber, fundador y director ejecutivo de Karün.
La compañía ha sido pionera en construir anteojos con materiales sustentables, como la utilización de redes de pesca recicladas, a la que ahora se suma otra de las preocupaciones ambientales más descuidadas: las colillas de cigarrillos.
Para la creación de este nuevo material, la empresa ha empleado la avanzada tecnología de IMEKO, una empresa chilena de tecnologías limpias que recolecta, procesa y recupera el acetato de celulosa encontrada en estos residuos. En este proceso químico, no solamente se utiliza dicha sustancia descartada, sino que también contribuye a la preservación de los ecosistemas.
Todo esto, debido a que, según estadísticas presentadas por Karün, 5,6 billones de colillas de cigarrillos son descartadas en el medio ambiente de manera anual, lo que es equivalente a llenar 80 piscinas olímpicas a cada segundo. Esto es, aproximadamente, 1,3 millones de toneladas en peso. Además, se debe tener en cuenta que con una sola colilla de cigarro se pueden contaminar hasta 50 litros de agua.