Así fue la compleja relación entre José Piñera y su hermano Sebastián
El economista de 75 años volvió a aparecer durante la misa del fallecido exmandatario en la Catedral Metropolitana. El hecho de inmediato llamó la atención.
El último adiós al expresidente Sebastián Piñera ha inscrito varios momentos relevantes durante su realización, siendo uno de estos la reaparición de José Piñera, su hermano mayor, durante la misa en la Catedral Metropolitana.
El economista e ideólogo del sistema privado de pensiones marcó una sorpresiva participación en el funeral de Estado y determinó, de paso, el reencuentro con el núcleo Piñera Morel, con quienes se había juntado previamente esta semana.
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Lo inesperado del hecho radica en que, como es conocido, la relación entre ambos fue compleja y no estuvo exenta de roces y distanciamientos. Ahora esa sequía parece cesar luego de la llegada del expolítico desde Estados Unidos, donde está radicado.
Al menos según el texto Piñera: Biografía no autorizada, la rivalidad se remite a sus años de infancia donde el padre -Manuel José Piñera- los instaba a competir en calificaciones o deportes. En cierto punto, incluso la madre del núcleo habría optado por instalar un ring en el patio para zanjar disputas a golpes.
En paralelo, la relación del dos veces Presidente de la República era más estrecha con Magdalena, Pablo y Miguel. De hecho, la primera iba en el helicóptero al momento del impacto en el Lago Ranco y salió con vida.
Por otro lado, algunos episodios que mostraron que su forma de pensar era diferente incluyen cuando Sebastián apoyó la opción “No” en Plebiscito de 1988 y el hermano mayor se inclinó por el “Sí”.
Pero existieron otros momentos como cuando Sebastián no recibió apoyo de “Pepe” para su candidatura a senador por Santiago o cuando este último no fue respaldado para llegar al Palacio de La Moneda tras su labor como ministro de Trabajo y de Minería.
Durante la liturgia del viernes en el recinto ubicado en Plaza de Armas, José Piñera habló frente al micrófono brevemente. “Para que el espíritu santo difunda en la iglesia, una esperanza cada vez más firme en la victoria sobre la muerte. Roguemos al señor”, dijo en su intervención.