Sinfónica Nacional Juvenil se lució en el remozado Municipal de Viña del Mar

Ha sido de las pocas positivas noticias que ha tenido el mundo cultural chileno en lo reciente. La reapertura del Teatro Municipal de Viña del Mar en diciembre pasado, tras casi catorce años de cierre, ha significado una inyección de energía y oxigeno al ámbito artístico, lo que se comprueba al ver lo rápido que se está llenando su agenda de eventos musicales y artes escénicas, conformando prácticamente una cartelera non-stop.

Más allá de esto, es también volver a contar con un espacio que históricamente ha sido elogiado por su acústica para música no-amplificada, en particular, la música de tradición escrita, o clásica.

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Y eso se comprobó con la presentación anoche 30 de enero, de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ). El conjunto estrella de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), llegó de la mano de su director titular, Paolo Bortolameolli, y con la participación especial de uno de los más diestros de los jóvenes pianistas chilenos, Danor Quinteros.

Una velada contundente, en que esta orquesta, semillero de futuros integrantes de los conjuntos profesionales, se lució. Música de alto nivel, y mejor aún, resaltada por las cualidades sonoras de la imponente y hermosa sala de este patrimonial teatro.

Como apronte, la Obertura ‘El Murciélago’ de Johann Strauss, chispeante y clara. Inmediatamente después, Quinteros se sentó frente al piano para el Concierto No.5 ‘Emperador’ de Ludwig van Beethoven, para una versión muy complementada con el director.

Así, sus tres movimientos, épico y heroico el primero, introspectivo el segundo, más la fiesta total del tercero, resultaron vibrantes, llevando al pianista a ofrecer un encore, el famoso Vals de la segunda ‘Jazz Suite’ de Dmitri Shostakovich. Un lujo.

La segunda parte contó con una partitura ideal para probar la acústica de un espacio. ‘El Mar’ de Claude Debussy es de esas obras que hay que escuchar en vivo. Esa exquisitez rítmica, que de hecho evoca imágenes marinas, junto a la sutil y precisa orquestación, todo se plasmó nítido en la interpretación de Bortolameolli, quien manejó los fraseos y detalles avezadamente, subrayando el gran momento de este director, que hace tan poco entregara en Santiago una Novena de Mahler fenomenal.

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Hubo tiempo para un encore de la orquesta, y ‘El Bello Danubio Azul’, nuevamente de Strauss, entregó algo muy reconocible para los presentes que no necesariamente son expertos en repertorio sinfónico.

Sin duda, el Municipal de Viña vuelve a erigirse como un polo cultural, uno que hay que cuidar. Y no para. Durante febrero, se podrán ver a Inti-Illimani Histórico, el BAFOCHI, Gepe, Myriam Hernández, Valentín Trujillo, Coco Legrand y el musical ‘Mamma Mia’.