Chile

37 grados Celsius. Ese es el pronóstico del tiempo para este miércoles 31 de enero en la región Metropolitana. Una temperatura que en algún momento fue excepcional (una vez cada 10 años), pero que se vive hoy como una ola de calor de una o dos semanas.

El agroclimatólogo y académico de la Universidad de Talca, Patricio González llamó a que “nos acostumbremos” a estos números. Pero también instó a “tomar medidas políticas serias”. En ADN Hoy abordó el tema la mañana de esta jornada.

Revisa también

• ¿Calor y problemas digestivos?: estas son las complicaciones que las altas temperaturas pueden generar en el estómago, según expertos
• Golpe de calor: cómo reconocer sus síntomas y qué hacer ante esta situación potencialmente mortal

“Con 38°, 39° no solo nos vamos a tener que acostumbrar porque eso va subiendo hacia 2030, sino que también vamos a tener que tomar medidas políticas serias para enfrentar esta situación climatológica que se nos vino de golpe: se esperaba para 2050 y está ocurriendo ahora, con todos los efectos en la agricultura, la salud pública”, explicó el especialista.

¿Pero por qué son tan inusuales estas temperaturas?

Factores

“Esto es excepcional, pero no es raro, porque estamos dentro de un cambio climático”, explicó de entrada Golzález. Luego siguió: “Recordemos que en 2023 fue el año más cálido en la tierra. Hay un exceso de calor en la atmósfera. Se suma el fenómeno de ‘El Niño’, que está en pleno apogeo. Y un estudio que hicimos en la Universidad de Talca, tomando als temperaturas máximas extremas de Santiago, Talca, Chillán y Concepción, pudimos ver a través de un modelo matemático que cada año en los veranos van a ser más cálidos porque detectamos una señal de subida a partir del año 2000 en adelante”.

Así las cosas, el agroclimatólogo apuntó como “explicación: es porque estamos dentro del cambio climático. Lo han dicho todas las instituciones internacionales, la Organización Climatológica Mundial”.

A tal punto ha llegado este cambio que los modelos predictivos “están subestimado la temperaturas extremas (...) No estaban considerando todos los factores. Por tanto, se estaba haciendo un reseteo de todos los modelos para adaptarla a la nueva realidad. La atmósfera es muy compleja”.

Y esa complejidad lo llevó a estimar que hoy en día el conocimiento que se tiene de la atmósfera es solo de un 40% o 50%.

Con todo, advirtió: “Si el Estado no se compromete con los agricultores, tanto los recursos en las universidades para que investiguen, el cambio climático nos va a pasar la cuenta como ya lo está haciendo para la agricultura y la salud pública. Se requiere una inversión altísima. La COP 28 creó un fondo para que recurran países pobres. Este fondo hay que agilizarlo para que países como Chile puedan recurrir y eviten los efectos cambio climático, porque nos acompañará por los próximos 80 años”.