ADN Hoy. Agroclimatólogo Patricio González por ola de calor: “No solo nos vamos a tener que acostumbrar; vamos a tener que tomar medidas políticas serias”
El académico de la Universidad de Talca además planteó una serie de medidas que podrían ayudar a mitigar estos cambios.
Agroclimatólogo Patricio González por ola de calor - ADN Hoy - 31 de enero de 2024
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Chile
En algunas zonas del centro y sur del país podría llegar a los 37° este miércoles. Patricio González, agroclimatólogo y académico de la Universidad de Talca, adelantó esta jornada, en ADN Hoy, que para 2025 podría ser una posibilidad que los termómetros lleguen a 40°. ¿Cuál es el diagnóstico ante esta situación?:
“Esto es excepcional, pero no es raro, porque estamos dentro de un cambio climático. Recordemos que en 2023 fue el año más cálido en la tierra. Hay un exceso de calor en la atmósfera. Se suma el fenómeno de ‘El Niño’, que está en pleno apogeo. Y un estudio que hicimos en la Universidad de Talca, tomando als temperaturas máximas extremas de Santiago, Talca, Chillán y Concepción, pudimos ver a través de un modelo matemático que cada año en los veranos van a ser más cálidos porque detectamos una señal de subida a partir del año 2000 en adelante”.
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Chile no acostumbraba a estas temperaturas. Y para González, hay más: “Con 38°, 39° no solo nos vamos a tener que acostumbrar porque eso va subiendo hacia 2030, sino que también vamos a tener que tomar medidas políticas serias para enfrentar esta situación climatológica que se nos vino de golpe: se esperaba para 2050 y está ocurriendo ahora, con todos los efectos en la agricultura, la salud pública”.
La excepción está en la continuidad: “Lo excepcional es cuando estamos sobrepasando los 36° en las ciudades de la zona central de Chile, entre Valparaíso y Ñuble: llegar a 38° o 40°, como ocurrirá hoy y mañana, sobre todo en la región Metropolitana, donde serán el epicentro del calor al interior, junto a O’Higgins y Valparaíso interior, eso ya es excepcional. Las personas ya no están resistiendo y obviamente eso, analizando más de 80 años de temperaturas máximas extremas, nunca habían llegado a esos niveles de temperatura. Lo normal eran 34°, 35°; excepcionalmente, una vez cada 10 años llegábamos a 36, pero ahora tener en una o dos semanas temperaturas tan altas... Bueno, la explicación es porque estamos dentro del cambio climático. Lo han dicho todas las instituciones internacionales, la Organización Climatológica Mundial”.
Estos peaks eran algo lejano, que incluso se veía solo en Europa y que se pronosticaba que llegara a Chile en 30 años más, “pero ahora lo estamos sintiendo en carne propia. Empezó muy rápido. Esto lo esperábamos para 2050, que en algún momento en la zona central de Chile tuviera estas temperaturas por una semana que, de alguna forma, inhibe el desarrollo económico, el desplazamiento de las personas, porque el botón rojo hace inhibe que las personas salgan. Hay un problema de movimiento, de desplazamiento, de hacer cosas agrícolas en las tardes, que es bastante complicado”.
Así las cosas, recordó un momento de 2023, cuando tuvo que impulsarse un corte de electricidad por el derretimiento de los cables.
Otra de las complicaciones es que los climatólogos solo conocen el 40% o 50% de la atmósfera, y ese desconocimiento llegó a tal punto que “de acuerdo a las temperaturas de Europa en 2023, se revisaron más de 130 modelos de pronósticos de temperaturas máximas extremas en Europa y se llegó a la conclusión que se estaban subestimando las temperaturas máximas extremas. O sea, en Europa puede haber 40° y eran 45°; y no era una vez, sino muchas”.
“Los modelos no estaban considerando todos los factores. Por tanto, se estaba haciendo un reseteo de todos los modelos para adaptarla a la nueva realidad. La atmósfera es muy compleja”, añadió después.
COP 28
La cumbre de cambio climático ha sido, a nivel global “prácticamente nada”, a juicio del académico de la Universidad de Talca: “Hemos tenido 28 conferencias de cambio climático y el planeta está prácticamente en ebullición. Entonces apara qué se gastó tanto dinero, tanta política, tantas buenas intenciones de ministros y presidentes, cuando el planeta está en est emomento en una crisis climática bastante extensa. Hay una resistencia del mundo económico mundial para tomar medidas serias frente al cambio climático, y meterse con el clima es muy complicado, porque nos puede dar explosiones térmicas que nosotros ni siquiera imaginamos en nuestros modelos”.
Y podría tener efectos fatales en la población: “Acá también hemos tenido muertos por calor: a veces la gente muere por el infarto o por algo colateral al calor. Ojalá no lleguemos a esas cifras (de muertos por calor como en Europa) porque el sistema de salud chileno no está habilitado para recibir una cantidad de gente por golpes de calor. El sistema de salud ya está colapsado. Imagínate recibir 300, 400 personas por golpe de calor... Son decisiones que todavía están muy pendientes”.
Efectos agricultura
Hay también consecuencias en el mercado: “Para tener alimentos, la planta toma radiación solar de la atmósfera, la transforma en glucosa, de eso a carbohidrato, de allí a granos. Esa es la relación clima-alimentos. Por tanto, consumimos radiación solar. Eso funciona bien hasta los 33°; si a la plantas la deja sobre 35° o 37°, el mecanismo se trastoca y se reduce la capacidad de hacer fotosíntesis, de generar granos o frutos de buena calidad. Ahí hay una pérdida en cuanto a la producción de alimentos”.
“La planta, cuando ve que hay mucho calor, cierras las tomas para no perder aguar, lo que provoca un golpe de sol que la destruye. El agricultor tiene que regar constantemente para que la planta absorba agua y se vaya refrigerando y vaya manteniéndose con vida. En una situación de megasequía, sin mucha agua, el agricultor deja pasar días porque no tiene agua, le dicen que la cuota terminó, hay un estrés hídrico y la planta perece. Entonces, toda temperatura que pase los 34° es muy dañino”, complemento luego.
¿Qué alimentos se ven afectados? “El arroz necesita mucha agua, el trigo, el maíz es lo fundamental de nuesra alimentación. Tenemos algo muy negativo del clima: por un lado elevamos las temperaturas extremas y por otro tenemos muy poca agua año a año (...) Estamos viendo extremos climáticos: de lluvia, que daña la agricultura; de temperatura, que daña el proceso fotosinético. Las personas tendrán que ver elevados los precios por limitación de la oferta, porque cultivos ya no hay: ser perdieron cerezas, frutales”.
No obstante todo, existen medidas: embalses para almacenar agua; tecnificación del riego al 100%; explotar y regular el agua subterránea, las desaladoras costeras; y “apoyar la investigación en universidades para hacer granos resistentes a la sequía y a los golpes de sol, si hacemos mutaciones genéticas para que se puedan desarrollar con menos agua y con calor, sería un gran logro”.
“Si el Estado no se compromete con los agricultores, tanto los recursos en las universidades para que investiguen, el cambio climático nos va a pasar la cuenta como ya lo está haciendo para la agricultura y la salud pública. Se requiere una inversión altísima. La COP 28 creó un fondo para que recurran países pobres. Este fondo hay que agilizarlo para que países como Chile puedan recurrir y eviten los efectos cambio climático, porque nos acompañará por los próximos 80 años”, cerró.