Después de tres días de angustia y desesperación, la familia de comerciantes curicanos atrapada en Machu Picchu por el paro de trabajadores del turismo en Perú, finalmente ve un final para su caso.

La situación comenzó cuando denunciaron su encierro a través de las redes sociales, desatando una serie de acciones que llevaron a su liberación.

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La familia, al igual que otros turistas, vivió momentos difíciles en el icónico sitio arqueológico. Después de hacer un llamado de auxilio, la policía peruana tomó medidas y ordenó el funcionamiento del tren turístico que también se encontraba paralizado.

Este transporte, que también movilizaba a otros turistas varados, se convirtió en un boleto hacia la libertad.

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“No podemos cantar victoria”

Delia Valenzuela, la autora de la denuncia, confirmó la mejora de la situación a ADN: “Vamos en el tren con toda mi familia, rodeados de policías que nos están ayudando a salir, esperemos llegar bien a Cusco. No podemos cantar victoria todavía porque no hemos salido, nos queda todavía harto rato para salir, dice que hay varios obstáculos todavía para llegar. La esperanza es llegar bien a Cusco”.

Una vez en aquel lugar, los turistas chilenos, incluyendo a la familia curicana, regresarán a su país para poner fin a esta desagradable experiencia.

Este episodio se desató debido al paro indefinido de trabajadores del turismo en Perú, quienes protestan contra la venta de entradas en línea para el Santuario Inca, exigiendo que sea presencial y argumentando que afecta directamente el empleo en el lugar.