Corte Internacional de Justicia acoge medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica contra Israel y no descarta que haya genocidio en Palestina
A pesar de los graves riesgos que señala que existen, entre las medidas provisionales, el tribunal no exigió de manera explícita un alto al fuego.
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En un fallo contundente, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió un categórico triunfo para Sudáfrica en su defensa de los derechos de los palestinos. La decisión, respaldada por 15 votos contra dos, establece que hay un “caso plausible” para llevar a cabo una investigación sobre genocidio. Además, la CIJ ha ordenado a Israel que tome medidas preliminares de urgencia para proteger a la población palestina.
En ese sentido, indicó que Israel debe tomar “medidas inmediatas y eficaces para permitir el suministro de servicios básicos y de ayuda humanitaria que los palestinos necesitan urgentemente para hacer frente a las condiciones de vida desfavorables que enfrentan”.
Por su parte, la presidenta de la CIJ, Joan E. Donoghue indicó que “el Tribunal es plenamente consciente de la magnitud de la tragedia humana en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano”.
Las medidas provisionales de urgencia dictadas por la CIJ contra Israel, incluyen:
- La prevención de la comisión de actos de genocidio.
- La prohibición y castigo de la incitación al genocidio
- Garantizar la ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza
- Preservar las pruebas de violaciones de la Convención sobre el Genocidio.
- Presentar informes al tribunal en un plazo de un mes.
Acogió la demanda de Sudáfrica
La Corte Internacional de Justicia ha afirmado su jurisdicción y considera plausible el caso presentado por Sudáfrica. Destaca que la relación entre la necesidad de proteger los derechos de los palestinos como grupo protegido y el derecho de Sudáfrica a exigir su cumplimiento por parte de Israel es de tal naturaleza que su perjuicio puede resultar en un daño irreparable.
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En su fallo, la CIJ reconoce el vínculo entre los derechos invocados y las medidas provisionales solicitadas. Aunque determina que hay un riesgo plausible de genocidio, no exige un alto al fuego entre las medidas provisionales.
La decisión principal de la Corte Internacional de Justicia se adoptó con un respaldo abrumador de 15 votos a favor y solo dos en contra (jueces de Uganda e Israel).