Durante una serie de fiscalizaciones rutinarias de ferias libres llevadas a cabo por funcionarios de Carabineros de la 5.ª. Comisaría de Conchalí, se detectó una situación inusual en uno de los puestos ubicados en la vía pública. En este lugar, se estaba realizando la venta de diversas armas, lo que llamó la atención de las autoridades encargadas de la fiscalización.
Ante esta situación, funcionarios de Carabineros procedió a llevar a cabo la fiscalización del vendedor, quien no contaba con el correspondiente ANTEPOL (antecedentes policiales necesarios).
Durante la revisión de las armas expuestas, se encontraron dos pistolas a fogueo, una de ellas sin marca identificativa y la otra de la marca Bruni. Además, se hallaron cargadores y siete cartuchos a fogueo calibre 9 mm. Esta actividad infringe la disposición de comercialización, según lo estipulado en la Resolución Exenta número 433 del 23 de febrero de 2022, que modifica la ley número 21.412.
Además, comercializaba artículos de artes marciales
No solo se limitó a la venta de armas tradicionales, sino que también se constató que el establecimiento comercial mantenía a la venta artículos considerados dentro de la Ley 18.356, que regula el control de artes marciales. Entre estos productos se encontraban makizachis, keivos, shurikens, tecos y tonfas, que tienen una regulación de acuerdo con la “Cartilla de implementos de artes marciales” fechada el 11 de marzo de 2023.
Además, el puesto exhibía aproximadamente 30 armas traumáticas tipo pistola, diseñadas para simular armas reales.
Esta diversidad de artículos contravenía las normativas y disposiciones vigentes en relación con la comercialización y venta de armas, así como la regulación de implementos asociados a las artes marciales.
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