La fiscal Vivian Quiñones,fiscal jefe de la Fiscalía de Viña del Mar, confirmó, este martes, que el cuerpo encontrado en los roqueríos de la ciudad jardín el viernes pasado corresponden a la joven Anahí Espíndola, cuyo rastro se perdió el 4 de enero pasado.
Fue gracias al trabajo conjunto de la Policía de Investigaciones (PDI), Bomberos, la Armada y funcionarios de la municipalidad local, señaló la persecutora, que permitieron “el rescate de este cadáver y que hoy podemos confirmar, de manera científica, en base a los peritajes de ADN, del laboratorio de investigaciones, que corresponde a Anahí Espíndola”.
El hallazgo del cuerpo, acotó Quiñones, fue informado a la familia: “La investigación está recién iniciándose. Hay muchas diligencias en curso. Existe un protocolo firmado a nivel institucional por parte de todos los organismos”.
Ese protocolo, explicó después, es el de género, “para, en definitiva, levantar toda la información para establecer con certeza las circunstancias de la muerte, que son antecedentes de la investigación”.
PDI y SML
El prefecto inspector Guillermo Gálvez, jefe de la policía civil de Valparaíso, destacó que el resultado del hallazgo “es un trabajo que se está realizando desde el día cuatro, cuando desaparece Anahí. Fue un trabajo investigativo y colaborativo. La PDI encabezó la búsqueda, con la Armada y todas las instituciones que nos pudieron apoyar”,
“Quedan peritajes pendientes. La causa sigue en calidad de reservada, por tanto, no se pueden dar mayores antecedentes de los caminos que se están utilizando para establecer las circunstancias en que falleció”, añadió después. Aunque, en la misma línea, aseguró que las pesquisas han apuntado a entrevistas a amigos de Anahí, como también a sus cercanos; la revisión de sus redes sociales y de todo su entorno.”No hay ninguna hipótesis que se pueda descartar”, cerró.
Marisol Prado, directora nacional del Servicio Médico Legal, relató parte de los trabajos que se hicieron y que permitieron la identificación del cuerpo: “Las pericias fueron en la línea de investigación: se hicieron pericias dactilográficas, como también pruebas de ADN. Luego, se realizaron las distintas pericias tanatológicas”.
Protocolo de género
El protocolo de género considera una acción por parte de los fiscales en la ación penal pública “inmediata, exhaustiva, seria e imparcial”, de acuerdo al “Manual para la investigación de muertes violentas de mujeres por razones de género”, de la Unidad Especializada de Género del Ministerio Público.
“Es importante que estas investigaciones no se limiten exclusivamente a la búsqueda del cuerpo de la víctima o la revisión del sitio del suceso, sino que es necesario a fin de dirigir una adecuada investigación que, sumado a lo anterior, se tenga en consideración una posible recompensa, beneficios u objetivos que pretende alcanzar el imputado a través de su conducta criminal”, se lee en el texto.
A ello se debe sumar el “análisis interseccional”, que “revela que no existe un perfil homogeneizado de la mujer víctima de femicidio”.
La hipótesis inicial de la investigación femicidia “debe considerar como hipótesis inicial la ocurrencia de un femicidio”. También debe haber una coordinación interinstitucional (policías, servicio médico legal y otros).
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