¡Grítalo, campeón! Alejandro Tabilo se proclama en el ATP de Auckland y se mete por primera vez entre los 50 mejores tenistas del mundo
El tenista chileno coronó la semana más impresionante de su carrera en el certamen oceánico, llevándose el trofeo desde la qualy.
¡Grítalo, campeón! Alejandro Tabilo se proclama en el ATP de Auckland y se mete por primera vez entre los 50 mejores tenistas del mundo / Getty Images
Tremenda, espectacular la semana que acaba de cerrar Alejandro Tabilo (82°) en Nueva Zelanda, tras consagrarse campeón del ATP 250 de Auckland viniendo desde la qualy.
El chileno coronó la mejor actuación de su vida con su primer título ATP y, lo más increíble, es que lo hizo en el primer torneo oficial del año para él.
Mostrando un juego sensacional, sin ripios y con una soltura propia de los mejores del mundo, “Jano” superó al complicado japonés Taro Daniel (74°) y gritó campeón a lo grande en Oceanía.
Durante el primer set y al igual como lo hizo ante Arthur Fils en semifinales, el nacional mostró lo mejor de su repertorio. Con un juego fresco, gran zurda, y potentes servicios, le quebró dos veces el saque al nipón, mantuvo siempre el suyo y no tuvo problemas para cerrar el capítulo por 6-2.
Ya en la segunda manga, todo se volvió más peleado, Daniel complicó siempre a Tabilo cuando estaba al saque, pero mostrando un temple espectacular, como en todo el certamen, el chileno siempre salvó las situaciones complejas para colocarse 6-5 y a solo un juego de llevarse el campeonato.
En el último game del duelo, con el japonés sirviendo, Jano ganó cuatro puntos consecutivos de manera soberbia y cerró con un 7-5 una semana soñada con el título de campeón en Auckland.
Con esta victoria, Tabilo suma 263 puntos (250 por campeonar +13 de la qualy) y por primera vez en su carrera aparecerá entre los mejores 50 tenistas del orbe, ubicándose en el casillero 49°.
Consignar -además- que con este hito, Tabilo emuló a Fernando González y Marcelo Ríos, quienes hace varios años también levantaron el trofeo en este certamen.
¡Grítalo, campeón!
