La fuga de José Adolfo Macías Villamar, conocido como “Fito”, desde la cárcel de Guayaquil, Ecuador, el pasado domingo 7 de enero desató una ola de violencia sin precedentes en dicho país. El líder de la banda delictual “Los Choneros” habría hecho uso de un frágil sistema penitenciario, de acuerdo a fuentes de DW.
“Los Choneros” surgió en 1990, en la ciudad de Manabí, al oeste de Ecuador. Fito fue uno de sus fundadores. El “giro” era el tráfico de drogas en colaboración con otras organizaciones de la región, como México y Colombia.
En 2011, Fito fue condenado a 34 años de prisión “por actividades ilícitas como robo, narcotráfico, delincuencia organizada, tenencia de armas y asesinato”, explicó a Guillaume Long, investigador principal del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés), en Washington DC, a DW.
Al interior de “Los Choneros”Fito consolidó su liderazgo, entre 2020 y 2023, tras las muertes de quienes lo suplían en el exterior: Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, y Junio Roldán, alias “JR”. Luego, en agosto pasado, fue trasladado a la prisión de máxima seguridad, desde donde se escapó. Pero esa no fue su primera salida ilegal de un centro penitenciario: en febrero de 2013 huyó de la cárcel de La Roca. En mayo del mismo año se logró su re-captura.
Parte de las razones por las que Fito se hizo de la cabeza de la organización criminal tiene que ver con el estado de la política ecuatoriana: fue “la figura mediático-criminal más importante en todo el Gobierno de Guillermo Lasso”, explicó Luis Córdova, coordinador del programa de Investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador. A tal punto llegó que hacía ruedas de prensa desde allí, como también publicar el “primer narcocorrido”.
Hasta el 2023, según Long, “Los Choneros” sumaban 12 mil integrantes, con presencia principalmente a lo largo de la costa ecuatoriana, en las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos, Esmeraldas, El Oro y Santa Elena.
“Es uno de los ideólogos de planificar y ordenar las mayores masacres en las prisiones del Ecuador, para establecer su posicionamiento en los centros penales”, contó el criminólogo y consultor de seguridad Ricardo Sosa, experto en crimen organizado en la región.
Los Choneros
Es “una de las bandas carcelarias más violentas del país, con presencia permanente en penitenciarías en todo el territorio ecuatoriano”, de acuerdo a lo que consigna el portal InsightCrime.
Dicha presencia ha resultado en conflictos con otras organizaciones: los Lobos, los Tiguerones, o los Chone Killers, entre otros. Y estas últimas, por su parte, han creado lazos con el Cártel Jalisno Nueva Generación (CJNG), en México, lo que rivaliza con la asociación de Los Choneros, quienes levantaron puentes con el Cártel de Sinaloa.
De hecho, investigaciones sitúan a Los Choneros como el brazo operativo del CS en Ecuador, detrás, por ejemplo, del asesinato del candidato a la presidencia de la república del país, Fernando Villavicencio. Tal vínculo ha permitido a Los Choneros extenderse y tomar el control de importantes rutas de tráfico de drogas, señalan a DW varios expertos.
Fito manejaría un patrimonio de aproximadamente US$17 millones, lo que les ha permitido “comprar voluntades de funcionarios y gozar de muchos beneficios y exclusividades en los penales”, precisó Sosa.
Con todo, los expertos apuntan a la necesidad de “depurar” las instituciones.
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