Santiago

Durante la primera edición del año de Mujeres al Deporte, Macarena Miranda conversó con la exseleccionada chilena de fútbol Francisca Moroso, quien hoy por hoy está dedicada a la formación de jugadoras tras abrir una filial de las escuelas de su excompañera en La Roja, Christiane Endler, en Viña del Mar.

“Ha sido un año de crecimiento y aprendizaje, es distinto pasar de la competencia a la formación y recreación. He estado en esa transición, tenemos a muchas niñas que están motivadas con jugar fútbol y les damos un lugar donde puedan entrenar tranquilas con mujeres”, remarcó quien fuera autora del histórico gol para el triunfo sobre Argentina en los Juegos Sudamericanos de Santiago 2014, quien valoró su relación con la actividad deportiva respecto a las actuales generaciones.

“Cuando yo era chica estaba todo el día en la calle jugando fútbol, tenis, andando en bici y ahora no se ve eso. Ahora a los niños cuando se aburren le pasan el tablet. Es bueno que de a poquito vayan a integrarse a escuelas de lo que sea, para que le agarren el gustito”, recalcó la exdelantera de Colo Colo, la U y la UC.

Francisca Moroso y los cambios en el fútbol femenino

Durante la charla con Mujeres al Deporte, quien marcara un hito para La Roja en los Odesur 2014 reconoció la serie de problemas que sufrió durante su carrera deportiva, en contraste con la creciente profesionalización de la actividad en el país.

“Han pasado 10 años y siento que han pasado 30. Ha crecido demasiado el fútbol femenino. Cuando yo entrenaba, eran las primeras niñas que yo veía jugando fútbol, siempre había visto solo a niños jugar. Toda mi vida jugué con hombres, no había escuelas ni equipos donde uno pudiese entrar. Me comporté como una profesional, entrenaba todos los días, viajaba todos los fines de semana, pero nunca recibí un trato como profesional: nunca me pagaron, nunca tuve contrato, seguro médico ni ninguna de las cosas que ahora las chicas tienen. Me alegra mucho ver cuando clubes firman contratos con jugadoras y en otros lugares del mundo llenan estadios”, remarcó quien también convivió en su etapa profesional con una depresión que la alejó durante algunos años de la actividad.

“Siempre estuve enamorada del fútbol desde chica, todo lo que viví en el fútbol fue muy lindo, me enseñó muchas cosas, pero cuando me retiré, el fútbol me estaba gatillando cosas que no me hacían bien, sobre todo en la autoestima. Hace un año ya empecé a ver partidos de nuevo. Abrí la escuela porque no quería que las niñas de ahora pasaran por lo que tuve que pasar”, remarcó, junto con remarcar la necesidad de que haya una profesionalización a todo nivel.

“Es muy importante la formación de los profesionales que trabajan con los deportistas. Me tocó en la selección y los clubes que tuve preparadores físicos que nos trataban de niñitas, que nos lesionábamos por cualquier cosa. Que te dijeran eso era super fuerte. La depresión la pude ir manejando con el apoyo de mi familia, tuve una larga recuperación para manejar mis emociones”, concluyó Francisca Moroso.