Santiago

La pandemia cambió la vida de Vicente Soto, hoy de apenas 13 años, quien durante el encierro conoció lo que era el pádel. Nunca antes había tomado una paleta y en tan solo dos años se convirtió en el número 1 del mundo del ranking FIP Promises Tour, de la Federación Internacional de Pádel, en la categoría de 14 años. Esto tras ocho meses de competición.

La posición la ostenta desde el mes de octubre, y a quien le sigue con el segundo lugar, Javier Merino, le sacó 1.180 puntos. Dentro del top ten, es el único latinoamericano, el resto son puros europeos, principalmente españoles e italianos.

La historia deportiva del “Vixo”, como le dicen sus cercanos, se inició en su ciudad natal, Concepción, donde junto a uno de sus cuatro hermanos comenzó a jugar en unas canchas cerca de su casa.

Pero fue un viaje a Buenos Aires, Argentina, donde participó en el World Padel Tour, el que cambió el futuro del deportista chileno. En este evento participó de una clínica guiada por Rodrigo Ovide, uno de los entrenadores más reconocidos mundialmente y que entrena a destacadas figuras.

Tras ver las condiciones que tenía Vicente Soto, Ovide lo invitó a entrar en Madrid, España, durante un mes. Un tiempo después, su familia decidió radicarse en la capital española y entró a la Bullpadel Academy, que es la marca que lo patrocina, y por donde han pasado destacadas figuras del pádel como Martín Di Nenno, a quien admira el joven penquista, “Paquito” Navarro, Federico Chingotto, Miguel Lamperti y Juan Martín Díaz (que tras 47 años que se acaba de retirar).

En esta academia está entrenando con Adrián Moncaut, que desde 1980 hasta la fecha ha formado a jugadores profesionales reconocidos mundialmente.

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El futuro deportivo de Vicente Soto

El “Vixo” disfruta entrenar y competir. Entre sus cualidades como jugador destaca por hacer la víbora y la volea de derecha. También ha trabajado el revés y el drive, que es su actual posición, lo que para varios entendidos es su plus a su corta edad.

El joven ya está pensando en seguir una carrera profesional en el pádel y para eso sabe que debe seguir trabajando. “Debo seguir entrenando y esforzándose, ya que aún me faltan muchas cosas por mejorar”, sostiene.

Para ello, dice, cuenta con el apoyo de su familia, la academia y entrenadores. Eso sí, le gustaría tener apoyo desde Chile con nuevos patrocinios para poder representar de la mejor manera a nuestro país en Europa.